jueves, 30 de abril de 2009

Mujeres de azul


¿Alguien albergaba la ilusión de la objetividad? ¿Acaso esperábamos que se rascara un poco bajo la primera capa del tópico? Una vez confirmadas las respuestas negativas, podemos seguir adelante.
Ya desde el año pasado teníamos noticia de la exposición que se inauguró el pasado martes en Salamanca titulada Mujeres de azul, dedicada a la Sección Femenina, y ya tenemos la confirmación -por la vía familiar- de nuestros augurios color de hormiga. Ventajas de tener media familia salmantina. Claro que el folleto deja poco margen a la interpretación; para que vamos a molestarnos en sacar conclusiones sobre lo que hacían estas mujeres, si ya de entrada te digo que eran "portadoras del viejo virus fascista enquistado en sus cerebros", sentencia ésta salida de la cabeza (suponemos que libre de quistes) del ínclito señor comisario de la muestra.

Nos dicen, y comprobaremos, que prima la estampa del pololo y los bailes regionales, que nada se muestra aquí de la evolución ideológica que se produjo en los casi 50 años de la Sección Femenina, ni de sus logros sociales, ni de los avances jurídicos en favor de la mujer. Se echa de menos, por ejemplo, que nos recuerden aquellas palabras de Ortega después de pasar un día en el Castillo de la Mota, Escuela de Mandos de la Sección Femenina: "con cincuenta escuelas como esta, se transformaba España".

Pero no todo tiene porqué ser malo en esta exposición, pues nos dicen que la entrada es gratuita; o sea, que toda esta inquinad la hemos financiado ud. y yo. Y por otra parte, habremos de suponer que el señor comisario de la muestra, habrá recibido unos simpáticos emolumentos en contraprestación de váyase a saber que servicios. Por cierto, que el comisario, ese señor que le enmienda la plana a Ortega es el... ¿historiador? ¿profesor? ¿estudioso? Moncho Alpuente. Ahí es nada.

12 comentarios:

Javier dijo...

La Sección Femenina (como todo lo anterior al año 76) será un simple muñeco de pin pan pum para estos mequetrefes intelectuales.

Saludos agradecidos

Javier

enrique dijo...

Pengo pendiente tra visita a la simpar Salamanca. A ver si me da tiempo a ver la exposición.
Lo mejor de Moncho Alpuente, con el que me cruzo con frecuencia en la plaza mayor de Segovia, es su hija Bárbara. Escribe muy bien y con fino sentido del humor. Y con la que también me cruzo por malasaña...

Alfaraz dijo...

Si escribe bien, Enrique, habrá salido a la madre.

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Buenos dias con Poesía dijo...

No se pero a mi las que me gustan son las mujeres de verde y blanco.

Por cierto hace unos días estuve en un antiguo albergue derruido en la zona de El Chaparral de Mijas donde vivía Carmen Werner y se había construido por la Sección Femenina. Por problemas políticos en los 80 quedó abandonado cuando era una auténtica maravilla y hoy juegan allí al paint-ball...

Anónimo dijo...

Señores poéticos nostálgicos:
Muéstrenles vds. el siguente texto a sus señoras o mejor, a sus hijas, si las tienen, a ver si comparten con vds. sus nostalgias.

Consejos a la mujer española de la Sección Femenina:

"Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.

Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.

Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.

Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.

Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones, su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa.

Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo.

Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.

En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que haya podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando despierte".


Extraído de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio", texto oficial y obligatorio del Ministerio de Educación franquista.

Morgenrot dijo...

Querido Alfaraz:
No puedo hablar de este tema pues lo desconozco en absoluto y , aunque mi madre estudió carrera en los tiempos de Franco, nunca estuvo vinculada - que yo sepa- a las mujeres de azul, ni en casa se hablaba de ello.
No obstante, me he quedado algo perpleja con lo de Moncho ¿?, y con los comentarios de o-o.
Lo que sí parezco intuir es que la exposición se hace con un cierto aire de crítica feroz y poca objetividad, no hay más que ver la foto.
Bueno, un abrazo, querido Alfaraz

Alfaraz dijo...

Bueno JL...Carmen Werner son palabras mayores.
Y de lo del Chaparral no hay que preocuparse; pronto harán una torre de apartamentos y así no queda ni rastro del albergue.

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Y ya ves, cara Morgenrot, que viniendo del actual Ministerio de Cultura, pedir rigurosidad es pedir que dé peras un alcornoque.


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Alfaraz dijo...

Ya me avisaron de su visita, don Moncho-o , gracias por venir.
Sin embargo, no puedo agradecerle la brevedad en su comentario, que por otro lado no aporta nada a la visón que nos da la exposición: ud. se empeña en seguir mirando con un solo ojo.

Por mi parte puede considerar olvidado la parte de mi peculio con la que se ha financiado. Pero por favor, no siga abusando de mi generosidad.

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Anónimo dijo...

Siento desilusionarle. No soy Alpuente. Escribo desde Andalucía y me topé con su blog en el buscador de imágenes de Google, ahora ya no recuerdo qué imagen buscaba. Mi seudónimo o "avatar", o-o, no es por Moncho-o, sino porque soy un gafitas. No he visto la exposición, pero una cosa es clara: ningún análisis de la Sección Femenina de FET de las JONS puede arrojar resultados favorables a esta organización. Que desde allí se enseñara urbanidad, buenos modales, ganchillo, cocina, etc.,es lo mismo que decir que las Juventudes Hitlerianas eran un campamento de verano divertidísimo para los jóvenes alemanes, o que los Pioneros de la Revolución en Cuba son unos niños que van monísimos vestidos con sus lazos y pañoletas rojos. Aquí hay una organización configurada como parte de un sistema totalitario represor de las libertades, dedicada a perpetuar la sumisión de la mujer al varón y a ensalzar al régimen, dentro de las doctrinas nacional-católicas. Creo que esto es objetivo, y por tanto, es una organización cuyos fines son censurables. Si evidenciar esta realidad es ser un mequetrefe intelectual como dice Javier, pues creo que no tiene razón, y supongo que habrá lectores en este blog que opinen del mismo modo. Claro que después de ver un poco más el contenido y la presentación en general, pues no sé. Y si tan mal le cae Moncho Alpuente que incluso se le aparece en forma de comentario, pues escríbale vd. algo, que ha de tener un blog, o cosa así. Le confieso que no es santo de mi devoción desde hace años, aunque bailé mucho su "Rock de Carolina", cuando tocaba con los Kwai.

Alfaraz dijo...

Veo que o su parcialidad o su ignorancia -a elegir- le hacen pensar que ningún análisis de la Sección Femenina puede arrojar resultados favorables.

Desgraciadamente este no es un foro de debate para serguir ad infinitum, para lo cual le animo a que abra el suyo.


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José Enrique Viola Nevado dijo...

La Sección Femenina supuso para mi madre una buena remesa de libros, su primera visión del mar, sus primeras vacaciones fuera del pueblo...

También estaba el adoctrinamiento, el machismo paternalista, los coros y danzas...

De todo un poco ¿no? Para Amando de Miguel sus manuales entre consejos para mujercitas y semblanzas de Isabel la Católica o Santa Teresa ofrecían sorpredentes (y vanguardistas) máximas sobre el valor de la lectura o la importancia de la higiene frente al maquillaje.

Creo que es difícil ver con los mismos ojos lo bueno, lo malo y lo que nos parece bueno y lo que nos parece malo. Y encima pensar que eran signos de aquellos tiempos, no de lo nuestros.

Pero hay que intentarlo.

Alfaraz dijo...

Posiblemente d. Henry, esa es la estereoscopia de la que yo hablaba.

Pero es muy significativo que para argumentar el cliché del sometimiento al hombre siempre se tire de tres textos de 1941 (yo conozco los tres). Teniendo en cuenta que:

1º Ese cliché lo desmentían las cientos de Delegadas de la S.F. con su propia realidad, ya que todas mantenían puestos de dirección y ejecutivos que para sí quisieran muchas ahora.
2º Si creían entonces en esa sumisión, tendríamos que admitir que la labor jurídica a partir de los años 50 las convertiría en submarino dentro del Régimen, pues las reformas jurídicas que emprenden tienden exactamente a lo contrario.


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