Doncel que te erigieron en memoria
del hombre joven que tronchó la muerte.
Quisiera sin llegar hasta ofenderte
descreer del grito airado de victoria,
cantar contra la turbia vanagloria
del hierro que dejó tu vida inerte:
quisiera yo encontrar el alma fuerte
que aguante firme el golpe de la Historia...
Pilar M. Taboada, del "Acercamiento oratorio al Doncel del Libro".
Las crónicas cuentan que fue su padre, Don Fernando de Arce el primero que llegó tras la celada y el que recogió el cuerpo del hijo muerto. Hasta el final tuvo más suerte que Matías, que era huerfano de padre y madre.
Y esta tarde, día del Estudiante Caído, homenaje en recuerdo de Matías Montero ante el número 70 de la calle Juan Álvarez de Mendizábal.
Además para cumplir con otra tradición, se pronostica lluvia.
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3 comentarios:
Creo que la placa ya no está, cierto?
Avanzo en el libro sobre Ridruejo...
La placa, Enrique, la eliminó un munícipe en ejercicio libérrimo de su ignorancia.
La primera lectura (índice onomástico mediante) del Gómez-Santos, me ha encantado. Gracias.
Sobre la neo-biografía de Ridruejo me tienen MUY prevenido. Ya veremos.
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No se puede negar que el autor conoce la vida y figura de Ridruejo a fondo. Aunque el estilo no me apasionó al principio, me voy reconciliando con él. Es un cursipogre si, pero el libro es interesante, sin duda.
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