sábado, 21 de julio de 2012

Madrigal de las Altas Torres


«...Sigue la extensa arena, pero arena fértil, de este rincón de Ávila, prolongación natural de "tierra de Medina". Desparece el viñedo; buenos campos de pan. Siguen las torres de ladrillo señalando la traza medinense de la comarca. Madrigal de las Altas Torres, la cuna de la Reina imperial, villa suprema de los anales de la raza, humillada y como renegada de su historia, pasa fugazmente ante nuestra vista. No hay altas torres, hay reinas de murallas y monasterio. Y sobre ellas, después de ellas, que pregonan el abandono y el derrotismo de una raza avergonzada de sus grandezas, habrá... ¡eso sí! Casa del Pueblo».

Las Hurdes. ONÉSIMO REDONDO. Publicado en Libertad (Diciembre de 1931) y recopilado por Luis Miguel Villegas en "Onésimo Redondo. Los albores de la Falange". Ed. Barbarroja 2011.

Aqui el viajero atraviesa la llanura de Castilla camino de Las Hurdes, pero ya vemos que ni va haciendo turismo ni ditirambos de los pueblos que se encuentra. Más bien al contrario, y cuando pasa por el pueblo con el nombre más bello de España solo recuerda su pasado glorioso por el contraste con el derrumbe de su arquitectura, que no es más que un símbolo del derrumbe moral de la España del momento.
En los pocos momentos que Onésimo abandona la política en sus escritos y se detiene en el paisaje y su historia, siempre será noventayochista, tan heredero se consideraba de aquella generación. Archirecopilados sus discursos políticos, no estaría de más hacer lo mismo con estos textos en los que nos describe esa geografía que tan bien conocía y a la que consagró su vida.

Esta mañana a las 10:30 acto en el cementerio del Carmen de Valladolid y a las 12 misa de aniversario en el Santuario de la Gran Promesa. A las 19 acto en el monumento de Labajos.










lunes, 16 de julio de 2012

El arte de la amistad





«Yten mando [...] que un rrettrato mio de cuerpo entero pintura de Don Barttolome morillo se enttregue al ssº administrador que es o fuere de la dha cassa a quien suplico le mande Poner en la parte que le Pasressiere della, donde puedan acordarse de Pedir a Dios nuestro señor misericordia por mi anima que es mi yntencion no otra algª-» 

Testamento de Don Justino de Neve (1685). Archivo Histórico Provincial de Sevilla, prot 13030, ff1238r-45r.

Se muestran en el Prado diecisiete obras que quieren resumir la amistad entre Murillo y el canónigo  Justino de Neve, entre el artífice y el culto mecenas, y mientras las repasamos vamos aumentando el grupo de los que podrían participar por derecho propio de esa amistad. Uno de ellos sería don Diego Angulo, que tanto trató a ambos y que llegó a identificar en la testamentaría del canónigo ese reloj del retrato que le hiciera su amigo. O entre los que todavía pueden contarlo, Enrique Valdivieso al que recientemente se le debe el más atinado catálogo de la obra de Murillo eliminando tanto cuadro de dudoso taller e incluyendo obra hasta ahora considerada menor, como esas miniaturas sobre cobre o esas otras escenas sobre láminas de la obsidiana que llegaba a Sevilla desde los puertos de Indias. 
  
Estas diecisiete muestras de amistad y amor al arte se exponenn hasta septiembre en las salas en penumbra del Prado, y a partir de octubre en el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla, que es el sitio para el que algunas de ellas se concibieron. Como ese retrato de don Justino en cuyo testamento nos insinúa que no se hizo pintar por vanidad terrena,  sino por pedir oraciones para su alma a todo aquel que lo viera.












lunes, 2 de julio de 2012

COAM


El único reproche que se podría hacer a la nueva sede del COAM en las antiguas Escuelas Pías de San Antón de Madrid es haber caído en el fachadismo de libro, salvando los frontis de Hortaleza y Santa Brígida probablemente para arropar la iglesia de Pedro de Ribera, aunque con reinterpretación incluída de vanos. Lo que se dice reinterpretar a un clasico.
 Pero el interior ya no tiene nada que ver. De primeras nos encontramos con un jardín público ganado al centro de la ciudad y de segundas una serie de plantas diáfanas hasta de seis alturas en las que unas dos terceras partes se mantienen para actividades del Colegio de Arquitectos y el resto para equipamientos municiales bien aprovechados; desde la escuela infantil hasta la piscina pública en el último piso con espectaculares vistas a los tejados del Madrid castizo. Para estas intalaciones se evita el acceso principal y se le reserva la más discreta puerta por la calle Farmacia.   
Y ahora viene el salto en el tiempo: esta era la misma puerta que se utilizaba en el otoño del 36 para hacer las terribles sacas camino de Paracuellos desde la carcel de San Antón que ocupara este lugar. Contemplando la pradera de cesped bien recortado no podemos dejar de pensar lo que ha cambiado la historia.

Mientras volvemos por Hortaleza dejaremos aquí la mejor colección de fotografías del nuevo edificio de Gonzalo Moure.