miércoles, 31 de diciembre de 2008

Últimos días de Unamuno


En los últimos setenta años los rectores de universidad pueden haberse multiplicado por setenta, pero es posible que éste de Salamanca sea el último rector verdaderamente Magnífico.
Para acabar el año, habría que reconocerle a Eugenio Montes aquella narración que nos hizo de las postrimerías de D. Miguel y que nos recuerda Trapiello. Nos dice que desde el episodio del enfrentamiento con Millán Astray el 12 de Octubre anterior, apesadumbrado, casi no sale de su casa.

" En las últimas semanas iba a sacarlo para dar un paseo por la plaza Mayor Eugenio Montes. Fue éste quien contó que el último que dio con el viejo rector, se pararon en la tienda del marmolista que le estaba haciendo la lápida a su mujer, muerta hacía no mucho. Allí Unamuno despachó sobre ese asunto y luego sacó un papelito del bolsillo y le dictó, con gran circunspección, su propio epitafio, un viejo poema, para cuando lo hubiera menester:

Méteme, Señor, en tu pecho,
misterioso hogar,
que vengo desecho
de tanto bregar. "

LAS ARMAS Y LAS LETRAS. Andrés Trapiello. (Ed. Planeta 1994. Pp. 45 y 46).





jueves, 25 de diciembre de 2008

Este rosicler divino

.../...

El heno, pues, que fue dino,
A pesar de tantas nieves,
De ver en sus brazos leves
Este rosicler divino
Para su lecho fue lino,
Oro para su dosel.

Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!


LUIS DE GÓNGORA. Al Nacimiento de Cristo Nuestro Señor.




martes, 23 de diciembre de 2008

Le spleen de Paris

"Todo estaba trillado en los caminos de la poesía. Lamartine había cogido los "cielos", Victor Hugo la "tierra". Laprade cogió los bosques. Musset la pasión y la orgía deslumbradora. Otros tomaron el hogar, la vida rural, etc. Teófilo Gautier acaparó España y sus vivos colores. ¿Qué quedaba? Lo que Baudelaire cogió. Le era forzoso." (Charles Augustin Sainte-Beuve en 1857.)
César González-Ruano. BAUDELAIRE. 4ª Ed. Espasa Calpe. Madrid 1958. (Pag. 158)

La medida exacta del autor de Les Fleurs du mal nos la da este crítico, Sainte-Beuve, que habría acabado antes diciendo que Baudelaire viene a ser -antes incluso que Rimbaud- el que rompe la baraja.
Todo parece ser producto de una sola palabra: tedio, que puede considerarse el octavo pecado capital y del que biógrafo y biografiado parecen ser ejemplares conocedores. A pesar de que González-Ruano a partir de cierto momento establece un paralelismo entre Baudelaire y Edgar A. Poe, parece claro que las concomitancias son más evidentes con él mismo, empezando por la cosa familiar.

Hace unos meses nos sorprendió que reeditaran esta obra en Backlist del Grupo Planeta, pero yo ya había conseguido esta edición de Austral.
Ejemplar archiusado de 50 años, por lo que es muy posible que lo hayan leído varias generaciones de melancólicos/tediosos de la capital. Es lo que vendría a llamarse Le spleen de Madrid.






martes, 16 de diciembre de 2008

Per elegantiam ad Deum


Reconozcámoslo; afecto por el posible virus del
ruanismo, estoy dispuesto a leerme todo lo que lleve esa firma, que no es poco. Y mientras dura, me voy encontrando perlas como esta, que traigo aquí sin engarzar. Se trata de una breve teoría del dandismo, aunque eso es lo de menos.

"Yo no dudo, pese a todas sus ambiciones y desvelos, que el dandi interior -y aun exterior- más acabado, el dandi impar de España, ha sido San Ignacio de Loyola, niebla del Pirineo, lleno de todas las gracias, católico de todas las flores de herejía, temeroso de Dios y chulo del Diablo"

César González-Ruano. BAUDELAIRE. 4ª Ed. para Espasa Calpe. Madrid 1958. (Pag. 82)

Y me detengo, porque al leer el párrafo recordé aquella fotografía de Rafael Agredano que vi hace más de diez años, con aquel título en latín. Tentado estuve a traerla aquí, pero creo que la mejor imagen para ilustrar esta interpretación al bies del santo azpeitiarra, pudiera ser ésta de la obra imponente de Martinez Montañés en la iglesia sevillana de la Anunciación. Aquí, en añeja fotografía del Laboratorio de Arte de la Hispalense.








lunes, 15 de diciembre de 2008

O César o nada


Definitivamente, ni el perseverante escribidor en veladores de cafés de toda Europa, ni el pretendido sinvergüenza autor de toda iniqudad posible, se nos muestra al completo en este magnífico adoquín de la editorial Renacimiento. Ya lo advierte el autor en el título y -al menos en esto- tendrán que reconocerle que no miente a nadie.
Se puede decir que abandona aquí González-Ruano parte de aquel barroquismo de su prosa, y que lo hace en favor del ritmo con el que los acontecimientos de una vida vienen a su memoria. Asombra el despliegue onomástico y geográfico y sobre todo la elegancia con con que habla de amigos y enemigos. A los primeros no les escatima elogios, pero a los segundos les hurta la hiel y casi los justifica en la distancia tratándolos con desprendida ironía. Véanse sus desencuentros -por ejemplo- con Manuel Machado. Y en lo de tratar bien a los enemigos, nunca ha sido pagado con la misma moneda.

Prevenido, empecé a leer el libro por su corresponsalía en París de 1942 y por si hiciera falta decirlo, no creo que los actos que le llevaron a la cárcel parisina de la Gestapo -jamás aclarados del todo- justifiquen ese odio que va de Pedro Salinas a nuestros días. Novelillas de dudosa ficción pasarán; los alejandrinos de la Balada de Cherche-Midi quedarán para siempre.

Se me ocurre que en estas 600 páginas se cuentan anécdotas como para escribir otras 20 o 30 novelas sobre de la historia de nuestra literatura del XX. Por ejemplo el episodio en que cuenta González-Ruano la manera en que Rafael Alberti consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1925. Mucho humor y ni gota de inquina.
Tanto tiempo pasó Ruano en la café de Recoletos 13 y resulta que con los años toda su obra se mantiene y difunde desde el palacio de Medina de las Torres en Recoletos 23. Esta tarde pasamos por allí. Ni rastro de César.




martes, 9 de diciembre de 2008

Esteban Vicente, de Turégano al Bronx


Tan de Turégano que siempre se declaró hijo orgulloso de su pueblo y tan del Bronx que hoy lleva un colegio allí su nombre. Trabajaba unos óleos y collages a los que llamaba paisajes interiores y que nos parecen lo mejor del Expresionismo Abstracto americano. Es como una manera diferente de ordenar el caos. No en vano era hijo de guardia civil.

Y el museo Esteban Vicente de Segovia viene a ser, lo que el Guggenheim de Bilbao, pero en mitad de Castilla. O sea, en palacete del XV preparado al efecto y restaurado en lo que se podía recuperar, e intervenido donde lo necesitaba, sin más.
Se acaban de cumplir los 10 años su la inauguración y es una visita perfecta desde Madrid. Y sin salir de la capital se puede tener un anticipo en Elvira González, donde nos recomendaron la visita segoviana.






viernes, 5 de diciembre de 2008

La ciudad sin caballos


.../...
¡Oh terrible república
sostenida en el aire,
que soplas el cristal de tus pulmones
de vidrios y de espejo! ¡Pies de espuma!
que traéis la fruta en barcas, con tus góndolas
(un ataúd con cuello de violines).

Agustín de Foxá. Poemas de las ciudades sin caballos. De POEMAS A ITALIA (1941).


Ahora que baja el agua muy poco a poco en la ciudad sin caballos, me llegan historias fantásticas de los días pasados esta semana. Me dicen que el lunes dia 1 de diciembre, durante unas horas, parte de San Michele desapareció sumergido, lo que vendría a ser una segunda desaparición de aquellos privilegiados muertos. Me cuentan que el Comune tuvo que prohibir terminantemente la navegación en San Marcos, que hasta piraguas aparecían por allí en busca de ese paseo con la fachada bizantina de fondo.

Y lo que me parece raro es que todo eso lo dicen con un deje de desgracia; el turismo acusa las incomodidades -dicen- y desaparece. Yo sin embrago lo único que pienso es lo que dijo aquel matador de toros sevillano que toreaba en Bilbao un verano y al que le contaban que en Sevilla estaba haciendo 45 grados. Lo que me estoy perdiendo.




lunes, 1 de diciembre de 2008

G.A.T.E.P.A.C.


Todas estas siglas vienen a referirse a aquella puerta que en 1930 se abrió en España a la arquitectura contemporánea. Y desde luego no se trataba de una puerta de cuarterones de madera, sino más bien de cristal y acero, así de momento sabemos que no se va a apolillar.

Eso lo descubre aquel grupo de arquitectos que va a Aizpúrua a Sert, pasando por el pequeño García-Mercadal. Son conscientes de las carencias de edilicios públicos y privados que existe en España y a esta necesidad saben que en toda Europa le da respuesta la nueva arquitectura que responde a criterios racionalistas y funcionales.
Para desarrollar esa idea no se paran en tamaños, pues se ponen a diseñar desde el nuevo urbanismo del puerto de Barcelona, hasta el picaporte de una ventana.

La guerra acabó con todo aquello; en la nómina del GATEPAC hay algún exiliados y también muertos de uno y otro bando. Pero la influencia de sus postulados éticos y estéticos se mantienen a hasta hoy mismo. Véase que hasta el derecho al reposo nos reconocían.
En realidad la exposición del Reina se centra en la revista de este movimiento, A.C. (Actividad Contemporánea) que es otro prototipo de la modernidad, que en absoluto desdice de cualquier publicación actual del ramo.