jueves, 29 de diciembre de 2011

Método, erudición y letanías


Nos dice la intuición que más que su obra artística (tan desconocida por esquiva) dentro de unos años quedará de Quico Rivas toda su obra crítica que ahora empieza a recuperarse en este primer tomo en que se recopilan algunas reseñas que escribiera en diarios y catálogos de exposiciones: el teórico del arte, el crítico y el agitador cultural (ya desde Sevilla, ya en Madrid) por encima del artesano de su propia obra.
Y como para compensar esa imagen del Rivas en sus últimos años, ese con querencia a meterse en todos los charcos que le fueran apareciendo por el camino, o el Rivas más politico y anarquistón , el cenetista sin impostar, aquí se nos manifiesta colmo de la ortodoxia en el fondo y la forma; crítico riguroso y formal, conservador de las esencias y
en el contenido paladín defensor de la pintura-pintura y atento contra la heterodoxia de instalaciones y demás zarandajas que no puedan colgarse de una pared. Como en aquel cuento de Pessoa, lo más parecido al banquero anarquista. Eso por no hablar de las debilidades literarias que se nos descubren, ya sea como antólogo de la poesía de Gonzalez-Ruano, apologista del último Giménez Caballero (que también tiene su mérito) y hasta de los hermanos Villalonga.

A destacar especialmente lo textos dedicados a los artífices de las primeras vanguardias hispanas
alguno de los cuales llegó a conocer
como el de Maruja Mallo, tan pedagógico. Y en las reseñas de los años ochenta y primeros noventa interesa esa cartografía de la pintura en la que va relacionando la obra de cada pintor con la geografía en la que se produce, sea Mallorca o Madrid.
Particularmente interesante para los que saben que la crítica de arte contemporáneo no tiene porque ser el ejercicio de lo ininteligible. Y en general para los que les gusta leer de pintura. Sin que se note.










sábado, 24 de diciembre de 2011

Ahora es la hora para tu llegada


Ahora que pesa el corazón cansino,
mohíno de no andar ni amar por nada,
ahora que la ilusión desalquilada
reclama huella y sombra de inquilino.

Ahora que ayuno de candeal y vino
y cuelgan las arañas mi posada,
ahora es la hora para tu llegada
al hostal de mi amor, Huésped divino.

Aquí; sí, por aquí, conmigo, amarra
la mula aquí. Por más que no la tienes...
¡Ay mis ojos descalzos por la aurora!

Cierra por dentro y dame de esa jarra
que hace antigua la sed. ¡Oh Dios que vienes
ahora que huelga el corazón, ahora!

JOSÉ LUIS TEJADA. Ahora. De Poesía Religiosa. Ed. Renacimiento.2010. Pag. 30.

Ahora que repetimos el rito de cada año y ahora que buscamos la palabra exacta para hacerlo, nos la ha ofrecido el descubrimiento que hemos hecho el año que termina en la poesía del portuense José Luis Tejada. Y para ilustrar esa palabra, la tabla de la Virgen de la Leche del flamenco Louis de Alimbrot pues ambos nos evocan esa intimidad en la venida del Huésped. Aunque sea con cinco siglos de diferencia. Felices Pascuas a todos.









lunes, 19 de diciembre de 2011

La sarga


Para no perder la costumbre en estas presentaciones nos hacen entrar en la sala casi a tientas, y como queriendo justificar esas oscuridades en seguida nos cuentan el proceso de restauración de la sarga maltratada, tela mártir de todas las ignorancias, que se ha llevado lo que no está en los escritos mal reentelada y cubierta por espesa capa de una especie de silicona brillante que ocultaba la maravilla de matices que despliega Pieter Bruegel el Viejo en cada una de las casi cincuenta obras que tiene catalogadas.

El descubrimiento de la obra tiene su propia intrahistoria, que en este caso se quedaría en el estadio anterior al término "culebrón" y que la narradora oficial -muy en su papel- nos cuenta solo a medias. El motivo del silencio serían las reticencias iniciales del Prado, por lo que el mérito de esta resurrección cabría atribuírselo, a pachas, a eficiente empleado de Sotheby´s que lo descubrió en un oscuro pasillo del domicilio cordobés de su antigua propietaria y a la restauradora del Prado Elisa Mora que al parecer hace encaje de bolillos desfaciendo los desperfectos que provoca el tiempo y la ignorancia.
Como alguien podría preguntarse para qué tan minuciosa restauración si luego los detalles no pueden apreciarse en una sala medio a oscuras la respuesta viene ahora: para subir a la red todos los vídeos y las infografías posibles del antes y el después. Los que no puedan resistir el cierto fetichismo de tener la obra delante, en la Sala D (ampliación) hasta el 25 de marzo.









lunes, 12 de diciembre de 2011

El lejano maestro


Aquel verano de 1944 el lejano maestro impartía su magisterio en Lisboa (que tampoco está tan lejos) y allí era asiduo a la embajada invitado por Don Nicolás antes de su regreso
definitivo a España, ya bajo la égida del hermano del señor embajador, es decir de Don Francisco.
Se nos cuenta que en aquella misérrima posguerra española la relativa abundancia de alimentos básicos de que gozaba Portugal convertía una merienda lisboeta en auténtico lujo asiático. Se podría decir en ese caso que el bueno de Ortega se aplicaba a las pastas, pasteles y cafés antes de ponerse definitivamente a Régimen.
La imagen corresponde a un viaje a Alemania a principio de los años 1950.

«Don José Ortega y Gasset se encontraba en Lisboa practicando un exilio voluntario y simbólico como protesta contra la absurda depuración universitaria que le privó de su cátedra. Todos los españoles nos sentíamos emulados en escuchar, atender e invitar a Don José, el cual no regateaba a nadie su saber ni su amenidad. En las reuniones de Palhavá fue un habitual y le gustaba esconder su atracción en un pequeño saloncito azul que había en el fondo de la parte de recibo del palacio».

JAVIER MARTINEZ DE BEDOYA. "Memorias desde mi aldea". Ed. Ámbito, 1996. Pg. 237-238.

Pero el poner esa cita de Bedoya tiene mucho de coger el rábano por las hojas pues sus memorias, generalmente poco citadas y creo que escasamente conocidas describen importantes episodios vividos de primera mano en nuestra inmediata posguerra. Como el viaje oficial a una Alemania nazi en trance de hundimiento, o especialmente interesante, su testimonio en el trabajo desarrollado desde el Gobierno español -Jordana mediante- con el objeto de salvar la vida de miles de judíos remotamente sefardíes en los territorios ocupados por el III Reich.
No será esta la última cita, que dejaremos aquí como eventual fe de lecturas.












viernes, 2 de diciembre de 2011

Hostería municipal


Una de las plusmarcas nacionales del Ayuntamiento de Madrid -todo el mundo lo sabe- es en deuda municipal, que aunque supera ampliamente los siete mil millones de euros, cada vez que sale como noticia vemos que ha aumentado un poco por lo que no hay que descartar que pronto compita con otros pufos similares como el de Castilla-La Mancha o -porqué no- con el de Grecia, que tampoco es cuestión de conformarse con batir marcas nacionales. Pero hete aquí que todo se relativiza por tratarse de organismo público que a su vez tiene manga ancha para conceder licencias y adjudicar contratos. O dicho de otra manera, si el Ayuntamiento fuera persona física o familia hipotecada, habría acumulado deuda para ser desahuciado unas veinte mil veces.

Ignoramos si está relacionado con lo anterior, pero el nuevo invento municipal consiste en adjudicar las dos mejores terrazas del actual edificio del ayuntamiento (ahora Palacio de Cibeles) para la instalación de una cafetería (2ª planta) y un restaurante con vistas (6ª planta). La iniciativa tampoco es nueva, ni habrá que rasgarse ahora las vestiduras por esa dedicación municipal al ramo de la hostelería, pero otras cosas son las formas y cualquiera puede hacerse una idea echando un vistazo a las imágenes que ilustran la noticia; esa apoteosis del neón, y esa tendencia al chill out ibicenco en pleno edificio emblemático de Antonio Palacios. Ojalá pudiera darnos su opinión, por cierto.







viernes, 25 de noviembre de 2011

Noticiario de Cineclub


La calle Canarias tiene hoy ese aire de eventualidad y prisa de los aledaños de toda estación de trenes que se precie, en este caso la populosa Puerta de Atocha que ahora está casi en centro de la ciudad. Pero hace 80 años esa zona de Delicias era mitad arrabal fabril mitad paisaje de desmontes, y allí plantó sus reales Ernesto Giménez Caballero en el número 41 (hoy 45). En apariencia externa, poco ha cambiado desde entonces esa finca de tres pisos, aunque sí en todo lo demás. Casa que fue germen de todas las vanguardias artísticas y literarias, desde el sótano, donde se empezara a imprimir en 1927 La Gaceta Literaria hoy, para nuestra vergüenza, almacén de productos de limpieza hasta la azotea, ocasional plató de filmación de la intelectualidad de la época como hemos descubierto ahora al completo en el documental de Gecé Noticiario de Cineclub (1930), diez minutos concentrados de literatura en movimiento.

Por lo que respecta a las escenas de la azotea de la calle Canarias hay tomas en dirección norte, en las que nuestro filmaker
de ocasión aparece con la ciudad de fondo, y otras en dirección sur con Salvador Dalí y Gala aquí todavía Mme. Eluard en las que se divisan las chimeneas de la cercana fábrica de Cervezas El Águila (hoy Biblioteca Regional Joaquín Leguina). Algunas otras escenas son de aquel famoso homenaje se dio al conde de Keyserling y que ya ha salido en esta tertulia y en las que aparecen desde un silencioso Baroja a un Alberti haciendo aspavientos delante de Ramiro Ledesma.

Todo esto lo hemos descubierto porque ayer mismo se presentó el primer grupo de 93 documentales que la Filmoteca Española ha empezado a subir al canal Youtube con algunos de sus fondos de las décadas de 1920 y 1930 y que ya están en línea. No vamos a dar más pistas, solo advertir que cualquiera puede ponerse a curiosear unos minutos y le puede dar la noche.
















sábado, 19 de noviembre de 2011

Aquel imperativo de belleza



«
...Un supremo imperativo de belleza asistió a la víctima en el sacrificio. Un gusto por la forma, un respeto ideal por las jerarquías inermes [...] Las escuadras se mandan aquí contra los hombres, pero también, ¡no faltaba más!, contra los elementos. Se apetece la honra, pero se sabe que no hay honra entera, si se pierden los barcos. La palabra del que va a morir, puede pasar del Testamento a la lápida; pero no puede pasar al latiguillo.
De cara a la muerte, José Antonio testimoniaba, a la vez que de su adhesión a la vida, de la gentileza elegante de esta su vocación. Su anhelo no era un apetito. Su fortaleza no era una adustez. Moría más bien, en cierto sentido, con el desdoble irónico de un Sócrates que con la entereza fanática de un Séneca… Y ésta es la ley del Testamento.
»

Eugenio d´Ors. Publicado en Arriba el 19 de noviembre de 1944. (Pag. 3)

Como deciamos ayer, una de las historias lúcidas (pero oscurecidas) de d´Ors puede ser esa interpretación que hace del testamento de José Antonio al que toma en comandita con Sócrates, con Ulises, con Manrique... y le abre las puertas de la Legenda Aurea. Esto es; del sebastianismo a la leyenda dorada. Se diría que d´Ors nos persuade del sofrosine joseantoniano por el contraste con la redacción de su propio texto.

A pesar de la jornada de reflexión ¿? parece que cierta concentración ha sido finalmente autorizada con todos los marchamos y tampones necesarios, de manera que ya sabemos lo que eso significa, numerosas furgonetas blindadas y dos antidisturbios por cada concentrado. Habrá que plantearlo de otra manera: esta noche a las 21:30 reunión de amigos bajo el Angel Custodio en Génova 24.







jueves, 17 de noviembre de 2011

Historias lúcidas


Cuando hemos visto esa foto que acompaña la invitación de la Fundación Banco Santander hemos recordado aquello que contó JRJ. cuando una tarde paseando por la calle de Alcalá vio a lo lejos aparecer un hongo gris e inmediatamente pensó en Eugenio d´Ors... ¡y era Eugenio d´Ors! Lo cuenta Dámaso Alonso con bastante gracia -y entre otras gracias- en una de aquellas entrevistas imprescindibles de Soler Serrano. Aquí a partir del minuto 4.

Lo que se va a presentar el próximo martes es un tomo con una selección de las novelas de Xenius menos conocidas, lo que no habrá resultado difícil entre el vasto corpus dorsiano, vidriera multicolor que el propio autor se empeñaba en oscurecer con betún de Judea. Claro que los que estamos menos versados en la obra del barcelonés tenemos la ventaja de que casi cualquier cosa que nos presenten resulta novedad.
Parece que el propio d´Ors dejó dicho (¿o fue Ramón?) que en Madrid a las siete de la tade si no das una conferencia te la dan. Esta será a las siete y media en Amaniel 29.













martes, 15 de noviembre de 2011

Historia de un encuentro


Leíamos el otro día que el gobierno saliente se ha sacado de la manga el Premio Nacional de Tauromaquia, probablemente movido por la mala conciencia y como queriendo compensar dejaciones flagrantes. Frente a proteccionismos de ocasión habría que recordar que ni Rafael Gomez Ortega ni Antonio Ordoñez necesitaron nunca del criterio de políticos de turno. Por otra parte nos parece imposible que la Fiesta, contra la que no pudieron ni reyes ni papas, la ponga en riesgo el animalismo tontorrón que ahora se estila.

La pervivencia de la tauromaquia vendrá por su reconocimiento como patrimonio inmaterial de un pueblo y por la consideración del toreo como lo que es; arte efímero, aunque no esté al alcance de todos. Y hacer accesible
ese misterio lo consigue el documental de Ader Duque que nos pasaron ayer "Morarte. Historia de un encuentro" en el que la protagonista es la Fiesta y la excusa es Morante de la Puebla.

La fotografía, de la colección de Juan Pelegrín, otra de las Bellas Artes.









lunes, 7 de noviembre de 2011

Kippenberger, work in progress


La crónica nos habla de una agresión involuntaria por parte de eficiente empleada de la limpieza; la buena señora dejó como una patena la artesa de goma que aparece en la base de la obra Cuando los tejados comienzan a gotear de Martin Kippenberger, artesa que antes lucía una costra de probable origen cálcico. Nadie sabe si a partir de ahora podrá volver a exponerse la obra, luminaria del arte de occidente y espejo donde se miran los andamios de toda Europa, pues su genuina naturaleza ha sido irreversiblemente modificada.
A los jefes de la empresa de limpieza no les llega la camisa al cuello desde que saben que la obra está asegurada en 800.000 euros. En ningún momento han pensado felicitar a su empleada por el celo demostrado, más bien le recriminan haberse acercado a menos de veinte centímetros de las obras de arte, que era lo preceptivo. Como si las pelusas de los suelos respetaran ese caprichoso cálculo.

El que de ningún modo quiere salir del anonimato es el coleccionista propietario de la obra, es normal que no quiera que se sepa el dineral que debió pagar en su momento por esa especie de perchero multiusos ahora fatalmente violentado. Aunque conociendo al coleccionista-tipo de la obra de los últimos años de Kippenberger yo me lo imagino jubilado neoyorquino de vuelta de todos sus negocios y de ida de todos sus caprichos. Pueblo elegido, por descontado.

Pero debemos reconocer que de la obra del alemán siempre recordaremos cierta exposición de dibujos y cartelería en 1989 -cilla del Cabildo- que tuvo mucho que ver con cierto deslumbramiento y rotura de esquemas. Claro que por aquel entonces Kippenberger todavía no se dedicaba a la carpintería.








sábado, 29 de octubre de 2011

Terror Romanorum


«...Sabes que hay en nosotros un particularísimo afán de distanciarnos de las viejas organizaciones sean del color que sean. Y es notorio que todos los oradores revisionistas son sospechosos sus barbas y canas lo denuncian de participar con los demoliberales en el guirigay de la España fracasada. A nosotros nos guía una ambición mayor que la de reaccionarios ante unos intereses heridos por el régimen... »

De la Carta de Ramiro Ledesma a Onésimo Redondo el 18 de noviembre de 1931.

Admitamos que lo del guirigay de la España fracasada puede ser una coincidencia, pero lo de los oradores de barbas canas ya parece una acusación personal. Y es que hoy que se cumplen 75 años del asesinato de Ramiro todavía nos sorprende la clarividencia de muchos de sus escritos, que parece que nos describen el teatrillo que la clase política nos va a representar en las próximas semanas.

Pero hablar con esa claridad y a despecho de hunos y de hotros, exige abono de fielato que Ramiro pagó con creces ante el muro del cementerio de Aravaca. Y ni eso pareció suficiente pues las organizaciones que hasta hoy mismo reivindican la figura del zamorano sufren perseverante acoso desde los poderes públicos (léase Delegación del Gobierno) a pesar de lo cual se ha celebrado esta tarde una interesante conferencia sobre la aventura política de Ramiro y la fundación de las JONS organizada en la sede del MSR de Madrid. Sigue siendo muy significativo que el local donde se celebra después el concierto de homenaje solo se pueda anunciar esa misma tarde y a los muy iniciados. Curiosidades del régimen democrático.

En marzo de 1931 Ramiro sube al Puerto de Guadarrama nevado y allí nuevo Viriato se fotografía haciendo un saludo inusual para el momento. No sería por mucho tiempo.




lunes, 24 de octubre de 2011

Fútbol y literatura


Pertenezo a ese club de los que en toda su vida no han conseguido que el futbol les interese ni remotamente y que dan por sentado que cualquiera que lea la prensa deportiva a diario es porque no lee otra cosa. Aunque para dar la regla por válida estemos dispuestos a aceptar que puede haber excepciones.
Pero antes de dar nuestro brazo a torcer debemos buscar una justificación literaria, como una cita culta, y es el momento de recordar que fue Gustave Flaubert el que advirtió que si hubo un tiempo en que se creía que sólo la caña de azúcar daba azúcar, más tarde se descubrió que el azúcar se podía extraer de casi todo, y aconsejaba a los poetas: extraigamos la poesía de cualquier cosa, ya que ella surge de todo y en todas partes.

El libro de relatos se titula El fútbol tiene música y está escrito, con la calidad a que nos tiene acostumbrados, por José Antonio Martín Otín que se empeña en demostrarnos hasta que punto se puede extraer del fútbol buena literatura. Para futboleros recalcitrantes y para amantes de las historias bien contadas.

El cuadro de la imagen (ol./lz.) Arquitectura urbana-Portería es obra de 1929 de Ponce de León, en la Colección del Museo Nacional Reina Sofía.






domingo, 16 de octubre de 2011

Emplazamiento


Válame nuestra Señora
que dicen de la Ribera
donde el buen rey don Fernando
tuvo la su cuarentena;
dende el miércoles corvillo
hasta el jueves de la cena
el rey no afeitó su barba
ni se lavó su cabeza;
una silla era su cama,
un canto su cabecera
cuarenta pobres comían
cada día a su mesa;
de lo que a los pobres sobra
el rey hacía su cena.
Con vara de oro en mano
hacía servir su mesa

.../...



ROMANCE DE FERNANDO EL EMPLAZADO. Edición de Paloma Díaz-Más (Ed. Crítica 2006).



A petición de interesado, y a toro -romería- pasado anotamos que la fotografía del maestro Serrano corresponde a la procesión extraordinaria del 23 de noviembre de 1948 con motivo del VII centenario de la reconquista de Sevilla por el Santo Rey.







jueves, 13 de octubre de 2011

El hombre que espera


De aquella época en la que uno leía novelas a discreción, pongamos que veinte años, todavía recordamos media docena de las de Manuel Halcón, todas con la mezcla precisa de momento histórico y personajes de ficción, la mayoría de protagonistas muy reconocibles, pues todos pertenecían al mismo árbol genealógico (Las Dueñas, Monólogo de una mujer fría, Desnudo pudor...) y se diría que todos eran a su vez descendientes de aquellos fueran señores o criados de Las aventuras de Juan Lucas, para mí la mejor de todas. Esos hombres de Manuel Halcón, ya sean de palacio o de besana crean una engañoso espejismo de Clase, pues ahora nos quedamos con aquella frase de su última entrevista en la que nos sentencia "...lo mejor de la casa del conde era el criado". Luego está toda esa labor de fedatario público, notario que levanta acta de una sociedad en acelerado trance de periclitaje a la que Halcón pertenecía y que pondera lo que tiene de noble y critica como solo puede hacerlo el que la conoce desde dentro.

Mal que bien, las novelas de Manuel Halcón se siguen encontrando (en librerías de lance, por descontado) pues algunas de ellas, muy populares, tuvieron tiradas importantes. De manera que antes de ponernos a pedir reediciones pediríamos la publicación de las memorias que ya dejó terminadas en sus últimos años, aunque al entrevistador, Félix Machuca, le pedía tiempo para que algunas suspicacias se atemperaran. Más de veinte años después de su muerte nos parece tiempo más que suficiente.

Siguiendo la linea de recuperación de ilustres olvidados las asociaciones sevillanas Fernando III y Ademán dedican mañana un acto en recuerdo de Manuel Halcón que seguro resulta interesante.
El retrato que viene aquí, es la versión en grafito de David Padilla de una conocida fotografía de Halcón.









miércoles, 5 de octubre de 2011

On a marché sur Madrid


Aunque no hace falta una excusa para revisitar a Tintín, la galería de José R. Ortega nos presenta 25 versiones de autores contemporáneos de las 25 portadas "canónicas" de los álbumes del reportero belga. La mayoría son óleo sobre lienzo, de manera que lo que empezó siendo linea clara aparece versionado como pincelada fina. Y el resultado merece la pena visitarse porque a los diferentes estilos los uniforma el tamaño de los cuadros y el interés de fondo. Las que vienen aquí son la interpretación que hace Damián Flores del reporter dentro de la galería y la de Pelayo Ortega de El cangrejo de las pinzas de oro.
Los textos del cuidado catálogo -marca de la casa- van desde la tintinofilia confesa del galerísta hasta la glosa de la influencia de Tintín en el arte contemporáneo de J.M. Bonet, pasando por el ensayo en toda regla de Fernando Castillo, que ya lleva publicadas dos monografías sobre el universo Hergé.

Pero de tanta erudición puede surgir una duda, ya que en el catálogo se nos asegura que el reportero se alojó en el edificio Carrión cuando vino a Madrid como corresponsal de guerra, a pesar de que hace ya algún tiempo nos aseguraron que lo más cerca que estuvo Tintín de Madrid fue en cierto vuelo de avión de regreso del Congo. Caso de confirmarse la primera noticia lo menos que podría hacer nuestro Ayuntamiento es colocar algunas de esas placas municipales que señalan lugares en letras de molde y que tan aleatoriamente se reparten. Una iría en el Capitol en que se alojó, otra en la plaza de Las Ventas que sobrevoló y otra -por ejemplo- en el Corral de la Pacheca, donde probablemente asistió a uno de esos espectáculos flamencos que no hay belga de paso por Madrid que se pierda.














viernes, 30 de septiembre de 2011

Fantasía Occidental

Ahora que han pasado diez años y que la previsible leyenda es una realidad, ya se cuentan por cientos los que van diciendo que se encontraron a Silvio por las calles de Los Remedios, aunque caben en un taxi los que aseguran que alguna vez lo vieron sobrio. Uno mantiene la teoría de que la querencia sevillí, ese no querer salir nunca de su tierra fue lo que hizo que el mito quedara incompleto y no deviniera en nacional y hasta internacional, pues se quedó en una mezcla inclasificable entre Roy Orbison y Rodriguez-Buzón.
Al rockero que versionaba a San Juan de la Cruz y al personaje que se bebía todo el Guadalquivir con sus afluentes por la izquierda, se le hará mañana sábado un concierto de homenaje en Torneo 43.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Toros en la Monumental


Ya se sabe que si todos los que dicen haber asistido al concierto de los Beatles del año 1965 en las Ventas hubieran estado verdaderamente, la masa humana hubiera llegado a Manuel Becerra, y eso a pesar de que las imágenes que cada tiempo nos pasan de aquel acontecimiento demuestran que presentaba un aspecto más bien desangelado. Misterio sin resolver.

Incomprensiblemente, lo único que parece llenar a rebosar las plazas de toros son las corridas como la que se celebrará el domingo próximo en la Monumental de Barcelona, y que parece va a ser la última, pues nuestro buen legislador, custodio de nuestros derechos, se permite prohibirnos el ver según que cosas. Queda claro que el parlamentillo catalán no entiende -o no reconoce como tal- el arte efímero en el que destacara Curro Cúchares y de ahí a la prohibición no ha habido más que un paso. Siguiendo esa misma lógica, si no entendieran, pongamos por caso, el arte abstracto o las instalaciones conceptuales, deberían haber clausurado la mayoría de las galerías de arte contemporáneo barcelonesas. Todo eso sin entrar en argumentos como la cantidad de puestos de trabajo en liza.
Dentro de lo malo, a la plaza Monumental de Barcelona se le puede augurar un futuro dentro del sector terciario como centro comercial, circo estable o bloque de oficinas, pero en ningún caso deben atenderse las propuestas que pretenden rebajar el coso al sector primario y dedicarlo al cultivo de alfalfa para consumo de sus señorías.

Pasado el tiempo, ese cartel pintado para la ocasión por Miquel Barceló (y que no ha sido prohibido) llegará a cotizarse tanto como las entradas aquellas del concierto de los Beatles.








jueves, 15 de septiembre de 2011

La idea construida


Lo primero que conocimos de Campo Baeza fueron sus patios interiores que son un trozo de la calle dentro de la vivienda, pero no una calle urbana sino de pueblo como de la serranía de Ronda o así. Y que también tienen mucho del huerto trasero de la celda de un cartujo, que es el ámbito en el que se puede pasar una vida sin echar nada de menos. Luego vendría algún edificio bancario o algún museo en el que sin efectismos ni alharacas sigue siendo reconocible ese criterio particular de más con menos. Muy a tener en cuenta esto último, cuando tan acostumbrados estamos a la arquitectura de fuegos artificiales.

Para saber como llega a construirse el edificio desde la idea que se aboceta en un papel, hay que acudir a la colección de dibujos preparatorios, que si los colocamos pendientes de unas ramas tendremos L’Albero della Creazione. Es el árbol que aparece a la entrada del museo MAXXI de Roma (via Guido Reni, 4a) en la exposición que se inauguró el viernes pasado y que se puede visitar hasta el 30 de octubre. Conste que todavía se puede conseguir el vuelo romano por la mitad de precio que el Ave a Barcelona.










miércoles, 7 de septiembre de 2011

El último de los abbadíes



Jazmín que yo cortaría
del verde Alcázar de mayo.
Yo, que repiqué a caballo
las ferias de Andalucía.

Patio de la Montería
donde el casco es más sonoro...

Que, por romano y por moro,
harto de mi poderío,
me voy a tirar al río
desde la Torre del Oro.


AQUILINO DUQUE. De Reloj de Arena. Antología Poética 1950-2009. Ed. La Isla de Siltolá, Sevilla 2011.


A sabiendas de que corremos el riesgo de que nos tachen de promover cierta maurofilia, aquí quedará hoy un recuerdo al primer poeta desterrado de Sevilla lo que se dice un precursortres años después de aquel otro grabado en mármol. Con esta décima, dejaremos que sean los poetas los que completen el mito antes que los biógrafos, que tampoco se han quedado cortos. Aunque la imagen que uno mantiene del rey-poeta siempre estará más cerca de García Gómez que de Blas Infante.
En la lectura de la antología ya nos quedamos con la impresión de haber leído antes esos versos, y tirando del hilo, resulta que los recordó hace unos años el periodista Antonio Burgos. Aunque habría que anotar que en la versión burgalesa (puede que más fiel al original) Al Mutamid recorría las ferias que en ésta última versión repica, probable 5ª acepción del DRAE. Detalle que no pasará desapercibido a los que viven al acecho de la palabra exacta.

Las dos fotografías, ésta del patio y aquella de la columna provienen del álbum del profesor González-Alba que en lo que a Sevilla respecta despliega un catálogo inagotable de detalles invisibles.







lunes, 5 de septiembre de 2011

La mirada moderna


La modernidad de Aizpúrua empieza con el gusto por las jazzband, tan de la época, y puede seguir por la costumbre de vestir a veces el kaiku y otras la chaqueta que se encargó en Balenciaga para la inauguración del Náutico. Y era aquella actitud la que hará a su compañero Luis Moya compararlo con un Leonardo joven o un Villanueva "...su idea de la vida y del mundo no era la nuestra, pues se desarrollaba en otro espacio y otro tiempo que éstos en que estamos inmersos. Era un mundo liberado de las cargas convencionales que en éste nos condicionan."
Aunque la medida de la genialidad puede que sea otra y es que su obra más significativa, a orillas de la playa de la Concha, sea capaz de resistir con cierta dignidad el tener el interior de los salones que Aizpúrua ideara con los últimos muebles racionalistas, decorados ahora como una cafetería con pretensiones unos, o como una imitación de club inglés otros.

En 1930 su amigo y más tarde camarada Juan Cabanas Erauskin retrata a nuestro arquitecto con los atributos que le son propios, los planos y el metro plegable. En el paisaje de fondo suerte de rompimiento de gloria el Club Náutico de San Sebastián. (Ol./lz. 78x68 cm.)








sábado, 3 de septiembre de 2011

Sin noticia de Leoncio Pancorbo


Costumbre inaugurada hace unos años, el final del verano acarrea la correspondiente lectura de libro de refugiados en embajadas durante la guerra civil que, a punto de convertirlo en un género literario, ya tiene estantería propia. Refugiados y amparadores, en la casa del encargado de negocios de Chile, Carlos Morla Lynch escribía todo el mundo y los diarios del hijo quieren evocar a los del padre sin llegar a su interés ni en forma ni en contenido. Para colmo de fagocitaciones los diarios de guerra de Morla Vicuña se incluyen en el mismo volumen que los Infomes Diplomáticos del padre. Con todo, si obviamos algunos comentarios propios de hijo del jefe (arquetípico pollo-pera de la época) siempre se saca algo interesante de su lectura, aunque sea los partes de guerra.

Nos detenemos en la atención que presta a José María Alfaro que pasó bajo pabellón chileno casi toda la guerra, de la embajada en Prado 26 al decanato en Castellana 29. Para entonces, el joven Alfaro ya era premio nacional de literatura (1933) y su compromiso político lo había colocado en la mirilla de algunos fusiles. Sabe ganarse la simpatía de toda la familia Morla, que a pesar del encierro parece que se lo rifan para llevarlo de una soirée a una merendola sin reparar en bombardeos. Puede que ese fuera el motivo por el que el propio Alfaro no escribiera nunca el correspondiente libro con la experiencia de su encierro. O puede que, entre un plato de lentejas y el siguiente, ya estuviera pergeñando el Nuevo Estado


«9 de julio de 1938.

El que mantiene la moral y está a cargo de todo es José María Alfaro, amigo de Federico García Lorca, muy inteligente, amplio de criterio, muy avanzado. Charlamos mucho tiempo juntos, coincidiendo mucho. Me admira ver la actitud noble y elevada de este muchacho.
Todos los de aquí como los de allá somos españoles -me dice-. Hay que perdonar y llamar a nuestros enemigos para que nos ayuden a construir la nueva España. Es indiscutible -añade- y admirable la resistencia de esta gente. Yo lo reconozco.
Y en su rostro muy pálido se dibuja tristemente una bondadosa sonrisa. Me gusta este personaje. Sólo pienso en "estos españoles de aquí" le han matado a su novia ¡por no decir dónde él se escondía! ».

Carlos Morla Vicuña. DIARIOS DE LA GUERRA CIVIL. Ed. Espuela de Plata, 2010 (Pag. 444).







lunes, 29 de agosto de 2011

Generalizaciones


Ya ha leído uno varias veces aquello de que para conocer gran parte de la mejor literatura del siglo pasado habrá que irse no a las bibliotecas sino directamente a las hemerotecas en busca de los periódicos. La impresión es que eso mismo no se dirá del periodismo actual dentro de cincuenta años, pero puede que eso no sea más que la primera de las generalizaciones.

En uno de los diarios que se tiene por mas leído de España, ojeaba ayer uno de esos reportajes de fondo sobre unas detenciones de la semana pasada en la Puerta del Sol en la que un joven indignado decía que se le llevó a una comisaría y se le interrogó en un despacho lleno de símbolos fascistas. Pero el titular se desinfla rápidamente, pues en primer lugar la comisaría no es la antigua Dirección General de Seguridad (actual Comunidad de Madrid) que aparecía en la foto sino la cercana -y mucho más prosaica y funcionarial- comisaría de la calle Montera. En segundo, uno esperaba que con lo de la simbología le describieran como se ostentaba en la comisaría unos lictores y/o fasces, o como mínimo, algún retrato de general gallego al que sucesivas promociones de comisarios nostálgicos hubieran tenido el descuido de mantener colgado en la pared. Pero nada de eso; resulta que los símbolos fascistas se reducen a tres banderas nacionales de la más ortodoxa constitucionalidad -eso sí- en número de tres. Valiente provocación.

Cualquiera que lea la prensa a diario (en papel o digital) ya debe estar curado de generalizaciones, por eso nos reconforta descubrir que ese sentimiento nos aúna con los clásicos, de manera que sigue siendo posible que a finales de este siglo XXI que ya no veremos, alguien busque la buena literatura en los periódicos del pasado fin de semana. Escuchemos al oráculo.

«Por pura manía persecutoria, los socialistas llaman a cualquiera fascistas, como en los pueblos de pinares de Soria llaman invariablemente "americanos" a los que usan gafas de celuloide.»

Rafael Sánchez Mazas. Publicado en F.E. nº 10, del 12 de abril de 1934.











lunes, 22 de agosto de 2011

De Palos al Plata


"...Que el avión suprime todo problema nacionalista, para hacer uno solo: terraqueo: Estados Unidos de la Tierra. (Unidos por el aire).
Que el problema de multiplicidad de lenguas en una demarcación cualquiera no tiene interés: no se oye nada con el ruido del motor.

***
...Filialmente un ¡hurra! por ese Junker ibérico -compañeros de raid.
Y otro ¡hurra! por superar esas viejas generaciones con sus viejos vehículos.
Y otro ¡hurra! por una nueva España: aviónica y transparente: en aspa: desde un cabo al otro cabo, recorrida sin escalas."

Sobre el Signo del avión. Ernesto Giménez Caballero. JULEPE DE MENTA (1921).


De esa divagación de Gecé en los albores de la aeronáutica, la primera parte ya se ha encargado el tiempo de dejar el pronóstico en evidencia, pues al cerrilismo nacionalista hay añadir que los aviones actuales están muy bien insonorizados.
En vista de lo cual, nos quedaremos con la exaltación que hace la reseña del vuelo sin escalas (ojo, en ese caso Madrid-Barcelona). En el caso de Ernesto, aquel viaje fue la excusa de la que saldría su apología aviónica, y para nosotros su reseña lo sido para recordar aquel otro raid de Ruiz de Alda unos años después.













lunes, 15 de agosto de 2011

Sálvame del pasado



...


El nardo de mis dolores
riégalo con tu hermosura,
mira que agosto es locura
de oro grabado en amores.
Tus celestes surtidores
dan al muro que me encierra.
Refresca mi larga guerra
con tu pañuelo bordado
y sálvame del pasado
Virgen de cielos y tierra.
JUAN SIERRA. A la Virgen de los Reyes (de Álamo y Cedro, 1982).

Puede parecer mucho el lustro que llevamos celebrando por aquí este mediado de agosto con la correspondiente décima de Juan Sierra, pero a uno le parece que hay versos que nunca se repiten y días que, repitiéndose, parecen siempre distintos. Desde la distancia sigue siendo esta mañana incomparable la que nos recuerda que el verano empieza a terminarse y que al ciclo de las estaciones le trae sin cuidado estemos hasta arriba de trabajo o nos dediquemos ufanos a la procrastinación. Y está bien que así sea.
El 13 de agosto de 1988 aparecía ese dibujo del acuarelista José González en la portada de aquel meritorio ABC Literario, embrión de tantos otros suplementos culturales, en el que se daba cuenta de la aparición de unos romances decimonónicos en pliegos de cordel dedicados a la Virgen de los Reyes. Tanto nos gustó en su momento que desde entonces guardamos el ejemplar por más que la hemeroteca digital haya desfasado sin remedio ese cuadernillo sepia. 
Con eficacia cronológica y con esa especie de inocencia de los romances populares de antaño se describe la reconquista de Sevilla para desgracia de Axafat y gozo del Santo Rey. Pero más que todo eso, siempre nos pareció un piropo continuo a la Mediadora como si las letras con las que está escrito fueran panes de oro, como en el poema de Juan Sierra.





martes, 2 de agosto de 2011

Ab insidiis non est prudentia


Descubrimos ayer que Mateo Alemán murió en 1614, un año antes de lo que hasta ahora se pensaba, pues el historiador Juan Cartaya ha descubierto en un archivo aun por desvelar (la investigación más rigurosa no está reñida con cierto misterio, como demuestra Pérez Reverte cada vez que saca un libro) un documento que así parece demostrarlo. Contada así, la noticia no tiene mayor relevancia pues si para nosotros adelantarle el óbito en doce meses carece de trascendencia, al que debe traerle sin cuidado es al propio Mateo Alemán.

Pero los detalles sí parecen más interesantes por la historia dramática que encierra. El escritor sevillano puede considerarse uno de los primeros best sellers europeos, si tenemos en cuenta el éxito editorial que supuso su Guzmán de Alfarache, con múltiples ediciones y sus traducciones sin cuento que lo hicieron popular en toda la Europa culta. Por no hablar de las imitaciones y las versiones más o menos apócrifas de la obra. Pues resulta que el bueno de don Mateo por uno de esos cambalaches del destino muere pobre de solemnidad en la ciudad de Méjico, donde había emigrado ya en su madurez buscando mejor fortuna. Así quedó la historia; venda ud. todos los libros del mundo y dispóngase a que se tenga que pedir limosna para su enterramiento. Una ironía macabra como una vanitas barroca.

Por cierto que a tres días de saltada la noticia, comprobé que el asiento correspondiente en la wikipedia, esa suerte de Espasa de nuestros días, seguía sin tener actualizada la fecha de la muerte de Alemán, lo que parecía contradecir esa inmediatez que se achaca a la red de redes. Detalle que nos hemos permitido rectificar en honor a un paisano muerto en la indigencia.











jueves, 28 de julio de 2011

Un cementerio en Trieste


Tres de tres.
Para confirmarnos que tenemos en las manos una biografía, Morand acabará el libro con la terminación de su propia vida. Tan amante de los ritos, para su muerte se acoge al ortodoxo que profesa su esposa Helena, pues considera que Roma pierde las formas tras el Concilio. Y además del enterramiento en el cementerio griego de Trieste, su funeral lo dispone en la iglesia ortodoxa parisina de la rue Bizet.

Con esa afición que tiene la crítica al marbete, hay quien ha llamado a Morand poeta de la velocidad, por lo que habría que convenir que toda esa velocidad, toda la cartografía morandiana termina bajo la pirámide de mármol familiar del camposanto triestino.


«1971
Como ya no quedaba sitio allá, en el panteón familiar donde me hubiese gustado dormir, he aceptado el refugio que me brindan mis primas políticas en el mausoleo de los E... Es de la época de Francisco-José, cuando Trieste era la puerta austríaca del Adriático, cuando Trieste vivía todavía. [...]
Lejos se está del decorado fúnebre de las capitales, del bullicio de las lápidas, de los monumentos en filas apretadas, del trato de enemigos o desconocidos. Campo de reposo tan verde, en medio del desierto de los vivos. Rubios o morenos, nórdicos o latinos, ortodoxos o no, ¿qué importará allá abajo?
Aquí yaceré tras aquel largo accidente que fue mi vida. Mis cenizas bajo este suelo; lo atestiguará una inscripción en griego; me velará esta fe ortodoxa hacia la cual me condujo Venecia, una religión felizmente inmóvil que todavía habla el primer lenguaje de los Evangelios».

Paul Morand. VENECIAS. Ed Trieste. Madrid, 1985 (Pag. 206).