martes, 16 de junio de 2009

La vanguardia oculta


Algún día tendremos que agradecerle a Juan Manuel Bonet toda la labor que viene realizando de desenterramiento y puesta en valor de las vanguardias hispanas y también a los que en esta ocasión han sido los arqueólogos, Alicia Davara y Lorenzo de Grandes. Hasta octubre nos presentan en el Conde-Duque la obra de Francisco Santa Cruz, el pintor durmiente, al que habíamos oído nombrar —en sus inicios ultraístas— por su amistad seguntina con Cesar González-Ruano y madrileña con el también pintor e ilustrador Carlos Sáenz de Tejada. Además, nos lo descubren figurante no sólo de cine, sino también en la novela El hombre de los medios abrazos del gran Samuel Ros.

La brevedad de la obra pictórica de Santa Cruz que se nos muestra ahora, queda compensada —milagros de la reproducción al huecograbado— en las ilustraciones geniales que publicó en el Heraldo de Madrid entre 1931 y 1936 en su viñeta "Semana Literaria": sencillas, irónicas, ingeniosas y contemporáneas. Ya no es que recuerden a Tono, como sería lógico pensar, sino que nos anticipa al mismísimo Mauro Entrialgo con el que me parece que comparte una secuencia de viñetas muy similar. Y sería magnífico recopilar estas viñetas en en un libro, que nos daría la medida exacta de la España literaria de la época.

Todo está, ya se dijo, en el cuartel del Conde Duque, donde hay otras ¡cinco! exposiciones más, dos de ellas igualmente interesantes; de Zabaleta y del fotógrafo ceutí Berbabé Ros, dentro de PHotoEspaña. Y pensar que a pesar de todo esto, aun hay gente que los fines de semana coja la carretera de Valencia (la más valiente de España) para pasar calor en la playa...

La fotografías corresponden a las reproducciones del catálogo Autorretrato (1921-1922) óleo y acuarela sobre cartón y el dibujo a lápiz Sin título (1931-1933).


domingo, 14 de junio de 2009

El nuevo Reina Sofía


Huir del Museo como almacén del arte puede llevarnos a convertirlo en parque de atracciones, y conste que no hay nada en contra de ambos conceptos, al contrario. Se disfruta mucho repasando las antiguallas magníficas que se hacían el siglo pasado, sobre todo si las comparamos con algunas que se pudieron hacer el mes pasado. Pero además -porqué no- se lo puede uno pasar muy bien en un parque temático.
Una maqueta junto al Guernica, y poco más allá un chill out interpretativo –generador de sinergias, nos avisan– o una sesión de continuada de vídeo al que podríamos llamar Val del Omar non stopping.
Para el director del Reina Sofía, el didactismo es la premisa de la nueva remodelación de la colección permanente, y se puede decir que lo está consiguiendo; el que no aprenda a encontrar la salida entre toda esta sucesión de salas que se prepare a pasar allí la noche.

Las obras se presentan ahora en su contexto temporal, ya no existen los monográficos por autores. La sala Dalí, por ejemplo, ya no existe y se lo puede encontrar en tres salas diferentes, entre la segunda y la cuarta planta. Muy conseguido el emparejamiento por el contraste de José Guerrero/Esteban Vicente, y de lo mejor de la reforma la sala de Neorrealismo español; de las fotos de Catalá Roca a El Pisito de Marco Ferreri.

De la exumación que se nos avisa el folleto, resultan otros almacenajes simultáneos: de Ponce de Léón sólo nos han dejado El accidente, aunque muy bien acompañado por Remedios Varo y Ángeles Santos, y han vuelto a los sótanos El sueño, y Arquitectuta urbana. Una vez más –peor para todos– Pancho Cossio, ni está ni se le espera.



sábado, 6 de junio de 2009

Azaña ¿sube o baja?


" 28 de Octubre de 1933
...Ayer en un concierto de Gustavo Pittaluga.
En un entreacto fui a saludar al exjefe de gobierno, señor Azañ
a. Le encontré pálido y empolvado.Se ha mejorado usted, don Manuel, le pregunto.
— Si, si...
— Está usted nuevamente hecho un león, —le digo. Casi me dice que "sí" pero se retrae:
— No —exclama— un león no. Una vulgar serpiente.
Eso para hacer alusión a lo que le dijo Lerroux en el Congreso, dirigiéndole a Indaleci
o Prieto:
— Yo me puedo batir con Su Señoría porque ambos somos leones. Su Señoria un león joven y yo un león viejo, pero un león no puede batirse con una serpiente —agregó— refiriéndose a Azaña. "

Carlos Morla Lynch. EN ESPAÑA CON FEDERICO GARCÍA LORCA. Ed. Renacimiento 2008.

Uno finalmente va a tener que hacerse mirar este interés azañista ajeno a cualquier justificación. Resultaría lógico sentir aprecio por Besteiro, pundonoroso hasta el final y auténtico patriota a pesar de socialista. Incluso sería normal cierto interés por Prieto, sobre todo el corresponsal en el Rif junto a Sánchez Mazas. Pero esto del alcalaíno no sabe uno de donde le viene, si de "La velada de Benicarló" o de los paseos por El Escorial.
De momento ya hemos visto que Carlos Morla le pone una vela a José Antonio y otra a Azaña, al que nos describe como hombre prudente e inteligente conversador, así que para resolver al personaje puede que sea imprescindible ponerse con sus míticos Diarios. Una vez leídos, es posible que lleguemos a saber si Azaña sube o baja; si león o serpiente.


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lunes, 1 de junio de 2009

Bibesco Vs. Azaña


«25 de Febrero de 1933

Descansamos una hora en casa para reponernos y luego vestirnos para asistir a una comida soi-disant, íntima, en la mansión de los príncipes Bibesco, ministros de Rumanía. Se trata de la celebración del cumpleaños de Elisabeth -la princesa- escritora, hija de quien fue egregio hombre de Estado británico -jefe del partido liberal- Herbert H. Asquith. Dama interesante; en extremo original, artista, inteligente, cultísima... pero inquietante por cuanto dice siempre lo que piensa y siente, aunque sean barbaridades, lo que crea a menudo situaciones incómodas y aun engorrosas.
Es "comida íntima" a la que hay que asistir de frac porque estará presente el jefe del Gobierno, señor don Manuel Azaña. [.../...]
Elisabeth, durante la cena, se dirige al señor Azaña y le dice cosas inconcebibles. Le habla "de sus catalanes", de "su dictadura", de los "hombres infelices" que lo sostienen. Le escuchamos helados.
El jefe del Gobierno republicano no se arruga ni se conmueve; permanece impasible e inmutable, sonriendo levemente, como quien no se da por aludido. »

Carlos Morla Lynch. EN ESPAÑA CON FEDERICO GARCÍA LORCA. Ed. Renacimiento 2008.

De Elisabeth Asquith, princesa Bibesco por su siempre precario matrimonio, nos dio buena cuenta Petón en aquella otra curiosidad bibliográfica, pero aquí Carlos Morla nos ofrece su valiosa impresión de primera mano. Claro que también dice bastante de Azaña, a quien volveremos más tarde.
Las fotografías, proceden respectivamente de las colecciones de la revista Life y de la National Portrait Gallery en Londres