Esta tarde hemos recordado el cuadro "Accidente" del Reina Sofía, considerada la obra maestra del malagueño Alfonso Ponce de León. Resulta que es uno de los lienzos más representativos del Realismo Mágico, y es cierto que ahora se nos representa toda la obra de Ponce de León como la versión pictórica de los relatos y novelas de su amigo Samuel Ros. El ambiente onírico e irreal y el simbolismo de los detalles; el traje azul mahón, el foco iluminador, la frente herida, el espino en la mano, la alambrada rota...
También podríamos considerar al propio Ponce de León como un símbolo de la cierta división de su época. Vanguardista de primera hora, trató a Picasso en París y de vuelta a España colaboró activamente con La Barraca de García Lorca. A partir de 1933 y sin solución de continuidad, entra en Falange Española donde se entrega generosamente en el departamento de Propaganda. Pero como acertadamente nos recuerda su biógrafo Rafael Inglada no fue el único que hizo ese viaje: le acompañan los granadinos García-Valdecasas y Luís Rosales y el mismísimo Emilio Aladrén.
Esta tarde, decía, bajando Alcalá frente al Círculo de Bellas Artes, hemos recordado que tal día como hoy en 1936, en los sótanos de ese edificio -temible cheka- fue torturado y después asesinado Ponce de León y que unos días más tarde su cuerpo aparecería en Vicálvaro. Otra víctima más de la legalidad republicana. Hoy en el aséptico Círculo de Bellas Artes, bastión de la progresía artística subvencionada, nadie ha recordado a Alfonso Ponce de León. Peor para todos.
3 comentarios:
Maganífica evocación. Conocía el cuadro aunque menos del autor. Gracias por ello.
alfaraz, la la progresía artística, por definición, ha de ser subvencionada.
Ese magnífico edificio de Antonio Palacios, que lo diseño de tal manera que se sorprendió y mucho de haber ganado el concurso, fue atroz checa en los horribles años guerracivilistas.
Pero los modernos de cuarto de hora (magnífica frase) lo ignoran.
Pues sí Enrique, parece que hasta el propio Antonio Palacios se dolía del uso que se le dió al Círculo de B. A. durante la guerra.
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Es el uso arbitrario, interesado e incluso demagógico de la memoria retrospectiva.
Gracias que personas como tú nos recuerdan y enseñan lo que, como en este caso, olvidamos.
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