lunes, 28 de octubre de 2013

Memòria personal



«...En cambio, para la pintura contemporánea, muy pronto me pareció que mi padre no tenía ningún gusto. Mejor dicho, tenía un mal gusto horroroso. No entendió nunca la pintura del siglo XX y todavía menos la que posteriormente hice yo, y esto último fue motivo de grandes disgustos. Cuando yo ya comenzaba a hacer algún cuadro me dijo un día -definiendo bastante bien sus ideales-: "Escucha, en lugar de pintar esas tonterías tan poco serias vamos a ver si serías capaz de hacerme un tema humano como el siguiente: un grupo de niños con caritas angelicales, que miran un teatro de marionetas, y su padre, que desde el escenario mueve los muñecos y asoma la cabeza por un lado para contemplar las reacciones de sus hijos queridos."»

ANTONI TÀPIES, "Memòria personal". Ed. Crítica (Barcelona 1977) Página 94.