jueves, 13 de marzo de 2014

El sublime sacrificio



« No estuvimos en Salt Lake City más que dos días. Por consiguiente no pudimos informarnos de la poligamia, ni obtener las acostumbradas estadísticas y deducciones consabidas para atraer una vez más la atención de la nación sobre el asunto...
Confieso, sin embargo, que yo tenía ese proyecto . Con la rebosante suficiencia de la juventud, me consumía en deseos de precipitarme de cabeza sobre este tema y suscitar una gran reforma en el país... hasta que vi a las mormonas. Y me sentí emocionado. Fue más prudente mi corazón que mi cerebro. Quedé hondamente impresionado en presencia de aquellos desgraciados seres, patéticamente feos, sin juventud y declaré, apartando la cabeza hacia otro sitio para que no fuese descubierta la generosa  humedad de mis ojos:
No, el hombre que contrae matrimonio con ellas lleva a cabo un acto de caridad cristiana que merece el beneplácito de la humanidad y no su censura acerba. El hombre que se casa con sesenta realiza un acto de sacrificio, sublime y desinteresado y la nación habría de quitarse el sombrero a su paso y reverenciarle en silencio..."»

MARK TWAIN, "Pasando Fatigas". Ed. Interfolio (Madrid 2010) Página 111.