sábado, 30 de octubre de 2010

De arquitectura micológica


« ...Permitir el paisaje trastornado de la Encarnación. Eso es otra cuestión, es la vinculación al poder con una simbología muy concreta. El efecto Bilbao se produce sólo una vez y si está bien gestionado. ¿Quién va a venir a la ciudad de Sevilla a ver esas intervenciones? Esta ciudad tiene que volver a proponer al visitante lo que sedujo a Matisse, al Corbu, a Duchamp».

Eso de intentar reproducir el
efecto Bilbao en capitales sinnúmeras y pueblos varios de la geografía española lo decía Juan Suárez el otro día (la entrevista completa en el Diario de Sevilla) y puede considerarse uno de los mayores problemas de la arquitectuta actual, amén de una catetada. En el caso que nos ocupa, además, parece que nadie se dió cuenta que aquella orilla industrial bilbaína no tiene nada que ver con el centro de Sevilla, y que las proporciones no resultan igual en según que sitios. Y tiene mayor significado que eso lo diga uno de los artífices de la renovación artística sevillana de finales de los 1960.
Respecto a la vinculación de la arquitectura con el poder político local, un dato al margen: el alcalde de aquella Sevilla de 1933 que vino a conocer el Duchamp que cita Suárez era el médico José González Fernández de Labandera, del que leo su celo con el presupuesto y sus críticas al despilfarro del dinero público. Ya se ve que por el lado político el caso actual tampoco aguanta la comparación.



jueves, 28 de octubre de 2010

A la juventud española


«A la juventud española que con afán buscó y encontró a Ramiro a través del muro del silencio, de la envidia y del plagio.
A los jóvenes españoles que, año tras año desde el primer aniversario de su trágica muerte, ofrendaron, ofrendan y ofrendarán en su tumba la corona de laurel en su homenaje y memoria.»

TRINIDAD LEDESMA RAMOS. Dedicatoria en La Conquista del Estado. Escritos Políticos. Ed. Ribadeneyra, Madrid 1986.


Ese retrato de Ramiro con camisa negra sobre un fondo del campo sayagués es obra de 1942 del entonces joven pintor y más tarde catedrático zamorano en Madrid D.
Pedro Santos Tuda.

El próximo sábado día 30 a las 5 de la tarde se celebrará en el cementerio de Aravaca un acto de homenaje convocado por Alianza Nacional y a las 21, convocada por el MSR, marcha desde la Avda. de Valdemaría al camposanto.
Estos actos ya han sido autorizados por la delegada del gobierno y cabe suponer que como en otras ocasiones ambas convocatorias estarán escoltadas por varios furgones y numerosos agentes de policía. Nada que objetar, pero cada vez son más los vecinos de Aravaca y visitantes que se preguntan qué hace la policía y que medidas toma la delegada del gobierno para evitar las profanaciones sistemáticas de su cementerio viejo.





lunes, 25 de octubre de 2010

La doble cara: arte y literatura


De pintores que además escriban, o escritores que también pinten, cualquiera puede recordar alguno a poco que se esfuerce. Planteada la cuestión los primeros que recordé fueron Ramón Gaya y Moreno Villa, y hasta el mismo Dalí se decía escritor antes que pintor. Y ya es significativo que las primeras referencias nos lleven a las vanguardias hispanas del siglo pasado, cuando en la llamada Edad de Plata de la cultura española ambas disciplinas se vuelven viceversas y promiscuas.
De aquellos años, las décadas de 1920 y 1930, nos presenta la galería José R. Ortega una exposición de obras que aunque individualmente puedan considerarse menores, en conjunto suponen un ejemplo conseguido de estas confluencias nada infrecuentes. Incompleta en nombres, seguro, pero esos huecos los cubre en cierta manera Fernando Castillo con el interesante texto del catálogo, condensado de datos y de pistas a las que habrá que seguirles el hilo.

Ya es sabido que el principal museo de arte contemporáneo de España ningunea sistemáticamente a nuestra propia vanguardia y la reduce (cada vez más) a su colección permanente, de manera que no hay que perderse estas iniciativas privadas que siempre aportan curiosidades. Por ejemplo el papel más antiguo que nos presentan es esa Abstracción de Rafael Alberti de 1919 (24x27 cm. de acuarela y ceras) o los dos collages de Adriano del Valle de 1929 Homenaje a Georges Meliès y Prometeo SA.


En Villanueva 42 hasta el 15 de noviembre, y en línea el
catálogo para descargar en pdf.







domingo, 17 de octubre de 2010

Señora, Tu me val´


Señora, Tu me val´,Virgen Santa María,
a quien sienpre me acomiendo de noche e de día,
e seyme ayudadora e abogada mía,
al tu Fijo bendito, por mi rruega e dí:
"Dame aqueste sieruo, que me llama cada día,
"ca las sus oraçiones con lagrimas oí".

Acordándome sienpre de la Señora mía,
la su madre muy noble, Virgen Santa María,
fízele otra cantiga, que quisiese mi vía
sienpre adereçar, segunt me(ne)ster auía.

Asaz era quexado quando fize el cantar,
segunt son las palabras, lo podedes notar;
diziendo "Aue María", la quise saludar
en estos pocos versos, que della fui rrimar.


PEDRO LÓPEZ DE AYALA. Del Rimado de Palacio. S.XIV. (Edit. Castalia, Madrid 1987. Pag. 261).





miércoles, 6 de octubre de 2010

Del lujo a la almoneda


«...Los cuadros empezaron a elevar su precio; los míos, mi pequeña colección empezaron a pasar a manos de otros que se podían permitir el lujo de tenerlos. De esos cuadros vivimos una buena temporada, aunque de algunos se me desgarrara el corazón al desprenderme, como la "Cena" de Carlos Lara que él mismo había colgado en la pared de nuestro comedor.»

FELICIDAD BLANC. Espejo de sombras (Ed. Argos Vergara, Barcelona, 1977.) Pag. 237.

Esa pequeña colección de arte de Leopoldo Panero de la que habla su viuda se va formando cuando el poeta comienza a tener relación con pintores y escultores a partir de la Iª Bienal Hispanoamericana de Arte celebrada en Madrid en 1950 de la que fue comisario. Aunque ya tenían el retrato que Gregorio Prieto había hecho a Felicidad en aquel estudio londinense frente a Hyde Park que el manchego compartía con Cernuda.
Y encontramos esta fotografía en el archivo digital del diario ABC como testimonio de aquel piso de Ibiza 35 antes de que se convirtiera en almoneda, en la que aparece el cuadro de Carlos Pascual de Lara (Madrid 1922-1958) apreciable muralista y miembro de la Escuela de Vallecas, al que se refiere Felicidad. En la consola, la cabeza en barro que el gran Pablo Serrano le hiciera a Leopoldo María Panero niño, de la que también se habla en las memorias.




martes, 5 de octubre de 2010

La sombra de Felicidad


La casa de campo en Castrillo de las Piedras, ya nos advirtieron que una tarde llegó una excavadora y la dejó rasa como la luna, pero como si el destino quisiera compensar cierta mitomanía, aquella otra de Astorga -que en el verso trepaba la hiedra- la repara el ayuntamiento a sus expensas. De manera que siete años lleva en obras y todavía no se le ve el fin, pero como nos han invitado a que contemplemos con nuestros ojos la reconstrucción, se impone visita a la capital de la maragatería.

Para preparar el viaje, según manía inveterada, se echa uno a la cara libro
ad hoc, en este caso las memorias de Felicidad Blanc Espejo de Sombras, escritas en 1977 al socaire de aquella conocida película, evisceración y alarde público de miserias familiares. Como en esos casos lo único que dignifica es el silencio, el mejor parado ha sido a la postre el único que para entonces ya no podía decir una palabra. A la infeliz Felicidad se le concede el beneficio del error sucesivo, del que sus memorias vienen a ser justificación permanente.

Releído a quince años vista de la primera lectura se descubren nuevos matices, como aquella historia del enamoramiento de
Cernuda aparentemente correspondido. Prueba del candoroso romanticismo de Felicidad es la idea de que aquella relación tuviese el futuro que ella deseaba.
Estas fotografías, incluidas en el libro, corresponden a los primeros años de viudez de la autora; ante la casa de los Panero en Astorga y esta otra con sus hijos, cuando los tres aún parecían buenos chicos.






domingo, 3 de octubre de 2010

Amaniel 29


El 17 de noviembre se inaugura el nuevo Museo ABC de Dibujo e Ilustración en la calle Amaniel y el sábado nos enseñaban la iluminación y exteriores del nuevo edificio, muy cerca del cuartel del Conde-Duque. Se ha conservado parte de la primitiva fábrica de cervezas Mahou con una intervención (ya se sabe que las intervenciones de los arquitectos son como los fallos de los jurados) del estudio Aranguren+Gallegos.

Exteriormente la apariencia está en la línea de edificio-escultura que es lo que se impone en arquitectura actual, aunque en este caso los volúmenes intentan seguir la línea marcada por el vecino convento de las Comendadoras. El patio interior, metálico y geométrico (efecto iceberg) parece referirse a la exposición con la que va inaugurarse el museo el mes que viene. Como la visita ha sido nocturna, no vamos a negar que la entrada recuerda a alguna otra céntrica discoteca. De noche (casi) todos los gatos son pardos.