Tres años consecutivos yendo el Salón Internacional del Vino, son tres años intentando desentrañar ese aforismo latino, pero como seguimos sin conseguirlo habrá que intentarlo de nuevo en los sucesivos.
Aunque no quieras, acabas hablando de Merlot y Syrah como si fueran primas tuyas, y pasas tres días bebiéndote lo más granado de la nobleza española. Del marqués de Murrieta pasas al conde de Caralt, y de éste al marqués de Olivara.
Expansionamientos estos muy recomendables, si no fuera porque los taninos acaban pasando factura y como esto no deja de ser una sanísima aficción hay que hacerla compatible con el trabajo diario.
Aunque no quieras, acabas hablando de Merlot y Syrah como si fueran primas tuyas, y pasas tres días bebiéndote lo más granado de la nobleza española. Del marqués de Murrieta pasas al conde de Caralt, y de éste al marqués de Olivara.
Expansionamientos estos muy recomendables, si no fuera porque los taninos acaban pasando factura y como esto no deja de ser una sanísima aficción hay que hacerla compatible con el trabajo diario.
Creo que fue de Borges de quién leí su desázon cuando entró en la Biblioteca Nacional, al pensar que en su vida jamás tendría tiempo para leer los libros que allí había, y algo así es lo que se siente al entrar en el pabellón 7 de Ifema, pues en tres días es imposible catar todo lo que quisieras.
Antes de regresar Carlos Falcó nos regala unas copas Riedel que una vez más salen de la liberalidad de su mano, por lo que dejaremos aquí constancia de que solo ese cristal de Bohemia está a la altura de sus caldos.
Antes de regresar Carlos Falcó nos regala unas copas Riedel que una vez más salen de la liberalidad de su mano, por lo que dejaremos aquí constancia de que solo ese cristal de Bohemia está a la altura de sus caldos.
3 comentarios:
¿In vino vánitas, decias? Porque es lo que habría, en este caso, que decir.
Uno es el vino en la bodega, el que se pisa y se hace y se bebe; otro el de la taberna, donde se habla y se bebe y se brinda; y otro el de esa feria de vanidades etílicas que cuentas, oh confratello mio.
Y yo que te pensaba en la Abadía, haciendo y honrando la memoria...!
"...et omnia vánitas!", ya lo ves.
+T.
Tampoco esta mal ese aforismo: me lo guardo como curiosidad.
Tengo amigos que presumen de criar vinos y otros que lo hacen de estar en comisiones de santos. Y yo presumo de los dos.
Ya me advertiste: me codeo con le crème de la crème y ni me entero. Si me explico. Era así ¿no?
Al final todos -ellos y yo- vanidad de vanidades.
.
Oh! Con la diferencia de que uno lo disimula y otro escribe una crónica, sí: Vánitas vanitatum, et omnia vánitas!
Y no te olvides que el aforismo es original: Cita al autor, para que la vanidad quede patente.
+T.
Publicar un comentario