miércoles, 10 de julio de 2013

Desafueros


«No deja de asombrar que este creador, probablemente, el más profuso y de los de mayor calidad literaria de su tiempo, haya pasado inadvertido para estudiosos y críticos durante tres cuartos de siglo. No es suficiente el purgatorio que hubieron de sufrir los escritores que ganaron la guerra porque, a partir de Falange y literatura (1971) la precursora antología de Mainer que, sorprendentemente, no lo incluye y apenas lo nombra diversos autores fueron rescatando los nombres del falangismo militante, por muy desaforados que fueran algunos de sus escritos. 
No así Borrás, sobre el que el texto más extenso siguen siendo las cincuenta y pico páginas bien informadas, por cierto que Entrambasaguas puso a su edición de La pared de la tela de araña...»


JAVIER BARREIRO, de su introducción a "Cuentos gnómicos" de Tomás Borrás. Ed. Anthropos (Madrid 2013) con estudio biográfico de José Antonio Martín Otín y análisis literario de Miguel Pardeza.











10 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy agradecido, como de costumbre.
A.A.

Alfaraz dijo...

Lo mismo digo. A punto de abandonar los aledaños de la Isla de los Conejos, aunque este año he visto menos, será la mixomatosis.




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Bremaneur dijo...

Un libro buenísimo. Y las introducciones, excelentes.

Alfaraz dijo...

Conseguido intento de poner a Borrás al día.

Bienhallado Brema.


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Eduardo dijo...

He empezado a leerlo y muy bueno .

Anónimo dijo...

Quieren borrar a todos de la memoria, como si nunca hubieran existido, como si jamás hubiera renglones que hubieran salido de sus plumas, acaso para hacernos creer que es verdad que dicen que, tras la guerra, no quedaron intelectuales en España. El de Borrás es el mismo ostracismo al que han condenado a tantos otros. Como a Rodrigo Royo, gran escritor y consecuente falangista hasta el final de sus días. Nadie, ni la izquierda ni la derecha, les perdonará jamás que fueran brillantes, que fueran falangistas y que ganaran una guerra. Condenados, como dijo José Antonio, al odio eterno de la izquierda y la incomprensión, también eterna, de la derecha.

Alfaraz dijo...

Rodrigo Royo, divisionario ¡cuantas lecturas pendientes!

Rocatallada dijo...

Coño, Alfaraz, seré mierdaseca, meses sin pasar por aquí, fiado a un comentario suyo sobre cierto abandono del lugar, impresión que creí inexorable. No se por qué. En fin, que veo lo de Tomasito abajo, grazie tante, y lo de Don Manuel Azaña arriba. En esto como en otras cosas me dejo llevar por la simpatía que le guardaba al de Alcalá aquel muchacho palmatori en Alicante. La debilidad del hombre con el que se reunía a hurtadillas nocturnas en casa de Tío Antón fue fatal para España e incluso para su joven colega. Pero, en Youtube desde hace poco, escuchad el trémolo de su voz gritándole a la patria su misión en el discurso de Valencia, dos años después del comienzo de la guerra. Qué hermosura y qué grandeza. ¡José Antonio se nos ha vuelto azañista! clamó perplejo Alejandro Salazar cuando empezaba la primavera del 36. Tenía razón.

Alfaraz dijo...

Amigo Rocatallada, el asesino vuelve al lugar del crimen.

Lo del palmatori es que no daba puntada sin hilo; Azaña es para cogerlo en el Jardín de los Frailes y leerlo hasta el último discurso, que además sabe hecerlo ameno.

Aquí, coda videográfica:

http://www.youtube.com/watch?v=a2-PSyXDw1E

ONDA dijo...

sE AGRADECE LA RESEÑA CREO QUE TUVO RELACION CON ADRIANO Incluso creo que tengo un librito dedicado lo miraré ...algo conmemorativo.

Voy a mirar si en el libro Falange y Literatura viene alguna mención a Adriano...

Fuerte abrazo