La obra de Leni Riefenstahl ha quedado ya como la de uno de los grandes pioneros de la dirección de cine. A pesar de que profesionalmente empezó su carrera como bailarina y actriz , la visión de "El acorazado Potemkin " hizo que se interesara por la producción de peliculas como "La luz azul".
Sin embargo su cenit profesional llegaría con "El triunfo de la voluntad" sobre el congreso del partido nacional-socialista alemán en 1934 y "Olimpia" sobre las Olimpiadas de Berlín de 1936.
No nos detendremos en los alardes técnicos, recordaremos que partir de ahí, el acoso a que se vio sometida por ciertas élites intelectuales no le permitió trabajar hasta los años 60, en que se centró en la fotografia de la tribu africana de los Nuba.
Recuerdo la impresión que me causaron las dos películas que rodó bajo el gobierno nazi que -consideraciones ideológicas aparte- impactan a cualquier cinéfilo desprejuiciado. Y recuerdo también mis intentos por conocerla en una visita que hizo a un Festival de cine en Sevilla con alrededor de cien años.
Hoy leo que cierto emporio comercial británico (abanderado del más cerril capitalismo al fin y al cabo) ha rescindido un contrato al cantante Bryan Ferry por declarar a un semanario alemán:
"Las películas de Leni Riefenstahl, los edificios de Albert Speer, los desfiles masivos y las banderas... Impresionante. Realmente bonito".
Sabiendo el sentido del humor del que hacía gala la artista en sus últimos documentales, es facil suponer la gracia que le hubiera hecho semejante ejemplo de estulticia empresarial.
Sin embargo su cenit profesional llegaría con "El triunfo de la voluntad" sobre el congreso del partido nacional-socialista alemán en 1934 y "Olimpia" sobre las Olimpiadas de Berlín de 1936.
No nos detendremos en los alardes técnicos, recordaremos que partir de ahí, el acoso a que se vio sometida por ciertas élites intelectuales no le permitió trabajar hasta los años 60, en que se centró en la fotografia de la tribu africana de los Nuba.
Recuerdo la impresión que me causaron las dos películas que rodó bajo el gobierno nazi que -consideraciones ideológicas aparte- impactan a cualquier cinéfilo desprejuiciado. Y recuerdo también mis intentos por conocerla en una visita que hizo a un Festival de cine en Sevilla con alrededor de cien años.
Hoy leo que cierto emporio comercial británico (abanderado del más cerril capitalismo al fin y al cabo) ha rescindido un contrato al cantante Bryan Ferry por declarar a un semanario alemán:
"Las películas de Leni Riefenstahl, los edificios de Albert Speer, los desfiles masivos y las banderas... Impresionante. Realmente bonito".
Sabiendo el sentido del humor del que hacía gala la artista en sus últimos documentales, es facil suponer la gracia que le hubiera hecho semejante ejemplo de estulticia empresarial.
Imagen: Leni Riefenstahl en 1931, cartel de "Das blaue Licht"
3 comentarios:
Son dos momumentos del Cine documental. Insuperables.
La Riehfenstal, desde su altísimo podio, es un desafío al falso montaje de las feministas de la izquierda, que por cuestiones ideológicas nunca reconocerán el valor de una estética creada absolutamente por el ojo y la cámara de una mujer.
Me cabe, empero, una duda: ¿Era machorra la Leni? Porque su obra está a la altura del sexo varonil, que es el creativo, ya se sabe.
Como ves, confratello mio, me es un placer coincidir estéticamente contigo; aunque la monumental (en todos los sentidos)Riehfenstal no borre tus desviaciones en la materia...pero las nivela.
+T.
Leni Riefenstahl fue una pionera en muchos aspectos, e introdujo en la industria cinematográfica innovaciones impresionantes. Fue una mujer que se hizo a si misma y que consiguió acecarse a quien mejor podía ayudarla en su trabajo, ni más ni menos. Su búsqueda de la belleza a través de la imagen es digna de ser estudiada en la universidad, y es una lástima que haya sido tan maltratada por la historia. Francamente, la maravilla que son El triunfo de la voluntad o Olimpia es difícilmente superable.
Me alegran estas coincidencias cinéfilas.
Será un placer seguir coincidiendo.
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