domingo, 2 de diciembre de 2007

Nobilis Burguensis


Pensándolo a la vuelta, en un día no se puede ver Burgos por mucho empeño que le pongas. Si se pasea por el centro de la ciudad y se visita la catedral, ya no da tiempo ni a conocer la Cartuja de Miraflores ni el monasterio de Las Huelgas.
En este caso, la excusa del viaje tiene motivos cidianos, pues toca visitar la exposición que se celebra en el claustro bajo de la catedral: "El Cid, del hombre a la leyenda". Se trata de una de esas muestras de consumo generalizado y financiadas generosamente por la Administración autonómica, por lo que las espectativas de masificación se cumplen y no hay quien nos quite una hora esperando que nos toque turno. Yo pensaba que al ir acompañados de la mismísima Doña Jimena tendríamos trato de favor. No ha sido el caso.
Lo más importante de la muestra es el manuscrito del Cantar del Mio Cid, pero -supondremos que por motivos de conservación- el estado de penumbra de la sala hace difícil la identificación. Cuando llevas diez minutos con las pestañas pegadas al cristal de seguridad intentando desentrañar algunos versos del texto, alguien te dice que ese no es el manuscrito del Cantar, sino el testamento del Cid.
Para redondear el tópico, hace mas frío que en Burgos, por lo que hacemos acopio calórico con la consabida ración de cochinillo.
De regreso, sólo nos da tiempo a pensar que acabamos de completar la conocida tétrada gótica...

Pulchra Leonina,
Nobilis Burguensis,
Dives Toletana,
Magna Hispalensis.





Imagen: gárgola de la catedral de Burgos.

3 comentarios:

Terzio dijo...

"El Çid a Doña Ximena
íbala abraçar,
Doña Ximena al Çid
la manol va a besar"

¿Es así?

'

Alfaraz dijo...

O aquello de

Mio Çid Ruy Diaz,
que en buen hora çinxo espada.
Vençio dos Reyes de moros
en aquesta batalla,

A vos, Rey honrado,
envia esta presentaja,
Besavos los pies y las manos amas,
que le hayades merçed,
¡si el Criador vos vala!

.

Terzio dijo...

Da gusto alternar con cidófilos.

+T.