"Bardo de tradición oral y de vida errante, destruido por la nostalgia y el alcohol, Garfias encarnó, en pleno siglo XX, el arquetipo del bohemio decimonónico"
Acabo ahora la antología de Pedro Garfias "Alas del Sur" y llama la atención que cierta crítica insista en la falta de reconocimiento que su obra tuvo en vida y lamente su exclusión de antologías varias. Luego vemos que no fue para tanto, pues Antonio Marichalar se ocupó de su obra y Gimenez Caballero le dio cabida en su Gaceta Literaria.
Andaluz nacido en Salamanca, pertenece de lleno al llamado "paraíso desdeñado" de la otra Generación del 27. Comunista y comisario político en la Guerra Civil, su exilio acaba de redondear la fama de personaje legendario. Conocida es la anécdota que cuenta Pepín Bello de la colecta que hicieron entre los amigos para pagarle una dentadura postiza y que Garfias se gastó en vino.
En ese exilio inmediato compone Primavera en Eaton Hastings, considerado por Dámaso Alonso el mejor poema del exilio. Es este el que más me ha gustado, junto con Asturias que ya conocía, y también -lo que son las cosas- Parada fascista de El Escorial. Pero como cualquier escribano puede emborronar una cuartilla, hay que reconocer que cuenta también con ripios practicamente ilegibles, como aquello de "Pozoblanco, Pozoblanco / no serás nunca de Queipo..."
Sin que sirva de descargo, diré que la primera vez que oí hablar de Garfias fue por su amistad con Eugenio Montes, ambos compañeros de pensión en la madrileña calle Humilladero, lo que se diría que hace de él aun mejor persona.
3 comentarios:
No conocía a Pedro Garfias. Me atraen sobremanera este tipo de personajes. Gracias por traerlo hasta mi conocimiento...
Nota: el lunes tengo previsto una entrada sobre arquitectura madrileña de la que espero su autorizado comentario.
Pedro Garfias: Poesías y prosas taurinas. Edición preparada por José María Barrera López. Diputación de Sevilla, y Fundación García Blanco (Ayuntamiento de Osuna), Sevilla, 1997.
Se dice que su manucristo de romances taurinos Ronda de los toreros muertos, inédito y desaparecido, pudiera estar en manos de un coleccionista mexicano.
Ahí lo llevas Enrique: pura España en el exilio.
Además por ser por ser menos conocido que -por ejemplo- Cernuda a mi se me antoja más puro todavía.
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Gracias por la noticia del inédito que desconocía Joaquín.
Yo me imagino a Garfias allá por Monterrey entregando el manuscrito a cambio de una botella de brandy Fundador.
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