jueves, 2 de octubre de 2008

Summa Palafoxiana

¿Tiene parangón Palafox? Clérigo y hombre de Estado de la primerísima linea. A bote pronto uno piensa en Cisneros....y en nadie más.
Educado desde joven como estadista, se une a esta su vocación infantil de hombre de religión. Nombrado obispo de la inmensa diócesis mexicana de Puebla de los Ángeles, la monarquía resuelve salomonicamente las disputas permanentes entre el poder temporal y el espiritual, haciéndolo más tarde Virrey.

Defensor del indígena, participa a Felipe IV de esta apología en un delicioso Memorial al Rey nuestro Señor "Cuan dignos son los yndios del amparo real de V. M. por la suavidad con que recibieron la ley de Cristo Señor nuestro con el calor de sus católicas banderas". Tras 11 años de Virrey prudente y omnipotente, regresa a España pobre de solemnidad, cuando el sólo hecho de no volver enriquecido de Indias se considera un deshonor.

Hoy, en su muerte, recordaremos que "No quiso pasar el Cabildo de Osma por lo que había pedido de que le enterrasen en un rincón de la iglesia, a la entrada de la puerta donde le pisasen todos, sino que le pusieron en la capilla mayor, en medio de dos Ilustrísimos". Y recordaremos también que a este deseo palafoxiano, típico de piedad barroca, pudimos dar cumplimiento, pasando sobre su tumba hace ahora un año en la catedral de Burgo de Osma.

Habría que decir por acabar, que esta vida apasionante, nos la presenta el bueno de Sánchez -Castañer bastante plumbeamente en esta biografía que viene a ser un compendio de textos de mas de 20 estudiosos palafoxianos. Ed. Fundación Universitaria Española (Madrid 1988).









5 comentarios:

Terzio dijo...

Muy capaz, es verdad. Pero con todo el empuje y el prurito de la nobleza de aquel su tiempo, tan litigante cuando tocaba defender sus "derechos".

Sor Crisitina de Arteaga - su parienta por la casa del Infantado y los Mendoza - también le dedicó un documentado estudio-apología.

Pero...nuestro venerable confratello llevó su oposición a la Compañia a tales términos que se le considera uno de sus más severos detractores. Cuando Carlos III incoa el proceso para la disolución-expulsión, el precedente de Palafox pesó mucho en contra.

Y por eso, entre otras cosas, el parón en la causa de beatificación, una especie de "dilata sine die" relativamente bien merecido.

(aunque como de un tiempo a acá las beatificaciones están en rebaja, a lo mejor le llega).

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Alfaraz dijo...

Pues sí, Terzio, parece que nuestro Sánchez Castañer y sor Cristina se trataron bastante.

Así como la cuarta parte de este libro son citas de los estudios de la monja. Supongo que para ella consultar las fuentes sería ir a la bibliteca se su casa.

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enrique dijo...

De personajes de este calibre está llena la historia de España, pero a pesar de ello lo que prevalece es la decadencia y la leyenda negra...
Al menos el personaje nos dejó un virreinado memorable y una magnífica capilla en la Catedral de El Burgo de Osma.

José Enrique Viola Nevado dijo...

A mi el barroco de la capilla de Palafox me pareció gélido. Algo muy correcto arquitectónicamente hablando, preciosista, pero helado.

Tal vez de Palafox no tengamos sino la revisión que se hizo de él bajo Carlos III y sus ministros, pero me parece eso, gélido. Un proyecto de esos iluministas de razón de estado. Esos poderes que aunan lo religioso y lo civil prefiguran ese destacado autoritarismo 'ilustrado' que tanto se reinvidica en el feudo de Pablo de Olavide.

Alfaraz dijo...

Hombre Henrique, la tomos de la obra de Palafox la tenemos sin reescrituras del XVIII, y ahí se refleja bastante su personalidad. Hijo de su época por otra parte.

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