Quien tuviere por Señora
la Virgen, Reina del cielo,
no tema ningún recelo.
Que a los flacos coraçones
con su gracia torna fuertes,
hace vidas de las muertes,
y es llave de las presiones.
Quien de sus consolaciones
alcancare algún consuelo
no tema ningún recelo.
Siempre bive sin tristura
quien le tiene devoción;
da muy gran consolación
la vista de su figura.
El que servirla procura
con amor en este suelo
no teme ningún consuelo.
Juan del Encina (1468-1529). Canción a Nuestra Señora. De Poesía Lírica y Cancionero Musical (Pag. 101-102). Ed. Castalia, 1975.
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5 comentarios:
Qué gusto encontrar esto por aquí. Para alimento de "flaços corazones" y para alejar un poco esa "tristura", tan bonita de palabra y tan dura de llevar sobre los hombros...
Como buen castellano a mi me impresionan más los cristos yacentes o en la cruz que las vírgenes andaluzas.
Por ejemplo el cristo de los gascones segoviano, talla románica articulada o los cristos de Gregorio Fernández.
Pero he de decir que las vírgenes engalanadas son bonitas a más no poder, y que el poema está lleno de belleza y consuelo...
Siempre bive sin tristura
quien le tiene devoción;
da muy gran consolación
la vista de su figura.
Preciosa entrada, ALFARAZ.
xG
Vaya, pues acabo de comprobar que esta tristura que nos ha llamado la atención todavía aparece en el diccionario de la RAE.
Y veo además, Enrique, que el Cristo de los Gascones y la Virgen de la fotografía vienen a ser de la misma época, del XII o así.
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Al mismo tiempo que leía, rezaba con ánimo, ese que se necesita con anhelo en ciertas circunstancias de la vida.
¡ Qué bellísima oración ! y qué hermoso volverse a encontrar con Juan del Encina.
Gracias, caro Alfaraz, por aportar siempre lo diferente y rescatar lo que no debe ser olvidado.
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