jueves, 5 de agosto de 2010

Vamos a la playa


El hilo invisible que va de una fotografía a otra ni se rompe con el tiempo ni lo cortan sedicentes feministas; es eso a lo que Goethe llamaba el eterno femenino.
La fotografía de Lyz Taylor es de 1947 y la portada de Brooke Shields de 1985. Ambas del ingente archivo de la revista LIFE.
Hasta la semana que viene.







6 comentarios:

enrique dijo...

Podemos comprobar que efectivamente el eterno femenino perdura.
Pues si, a la playa que nos vamos.
Hasta la vuelta.

Javier dijo...

Afortunados ustedes.

Yo me conformo con la piscina comunitaria y, por cierto, me quedo con la Taylor.

Saludos y que disfruten.

Olga Bernad dijo...

Jor, qué guapas y qué todo. Tengo en común con ellas el hecho de que yo también llevo bañador, no sé si el eterno femenino se sostendrá en tan poca cosa, jejejej.
Que disfrutes.

Alfaraz dijo...

Gracias señores, Olga; escribo practicamente con un pinrel en el Mediterraneo y otro en el Atlántico.
Javier a la vuelta voy a subir algo tuyo.



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Buenos dias con Poesía dijo...

Ofú como está el patio por esos terrenos gaítanos-malagueños. La caló. Espero que te encuentres a una Inés Sastre cualquiera de esas que andan sueltas por esos andurriales y te hagas una fotito con ella y nos la cuelgas.

Javier dijo...

Si son mis fotos con Scarlett Johansson, piensa que soy padre de familia...

Saludos