En vista de como está la cartelera en los últimos años, la mejor ocasión para disfrutar de nuevo en una sala de cine (mudo, por cierto) la tenemos en la Filmoteca Española (Cine Doré) y esa ocasión nos la pintan con melena a lo garçon en el ciclo El silencio de Eros donde se están proyectando 16 películas de las que todas ellas tienen en común una incipiente sicalipsis aplicada al séptimo arte. Esa cierta sensualidad que siendo muda, le añade misterio o ese erotismo más o menos velado y en plan aprendizaje.
Entre todas ellas destacan los seis principales largometrajes que rodó la inconmensurable Louise Brooks (EE.UU. 1906-1985) de la que solo conocemos la mítica Pandora´s Box, pero eso ha bastado para mantenerla desde entonces en una hornacina a la altura de nuestra Conchita Montenegro. Para redondear el tópico del divismo del cine mudo, parece que también la pequeña Louise se castigaba queriendo ahogar en bourbon el olvido que trajo el sonoro. Pero como ella tuvo bastante, algo retuvo según se aprecia en las pocas fotografías que le conocemos de la última parte de su vida.
El programa completo del ciclo, se puede consultar en la web de la Filmoteca. La Caja de Pandora (1929) la pasan el sábado con acompañamiento al piano, restaurada, remasterizada y con todos los peregiles que la técnica digital permite. Y el cartel de aviso al público no es del cine Doré sino de algún otro de la Gran Vía madrileña (entonces Avenida de Rusia) que durante 1937 seguía proyectando sin reparar en obuses.
1 comentario:
Un corte de pelo de lo más actual...
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