viernes, 17 de junio de 2011

La ciudadana Muñoz


Ya se sabe que Ortega, que acuñó aquello de la
aristocracia de la inteligencia, tampoco hacía ascos a la de la sangre ya que algunos aristócratas de la época le acompañaron en su aventura revisteril de Occidente. Y parece que por colleras les encargaba biografías, de las que ya pasó por aquí la de Osuna por Antonio Marichalar y ahora terminamos la del general Ambrosio Spínola el de las lanzas que escribio Carmen Muñoz Rocatallada, condesa de Yebes.
Para el año 1947 en que finalmente se publica en Austral aun no se estilaba, afortunadamente, ese género híbrido de las biografías noveladas, de manera que aquí Carmen Yebes pone el empeño de la rigurosidad en ir a la busca de los papeles viejos que dan cuenta de la vida del militar y por seguir la comparación con el Osuna de Marichalar, aquí se pierde el característico estilo dilapidador de adjetivos, como un homenaje más a Don Mariano
, y se tiende a la frase corta y efectiva.
Interés añadido ha supuesto ver como se desarrollaba la Yebes con la escritura, ya que algo conocimos de sus lecturas y aficiones, motivo por el cual la teníamos clasificada hasta el momento, más entre personajes novelables que entre los autores, especialmente desde la lectura de los diarios de Carlos Morla.
De nuevo, el retrato que se tomó en 1930 de la ciudadana Muñoz (a su marido aproveche...) procede del Archivo Lagos, ahora en la BNE.







2 comentarios:

enrique dijo...

Gracias por la fotografía de la Yebes. Tan sólo conocía una de ella con su marido y Ortega.
Cierto es que Ortega disfrutaba con la compañía de la aristocracia, de la aristocracia de la inteligencia y de la belleza, de las tres cosas o por cada una por separado. Cosas de ser un filósofo. Y lo mismo heredó Julián Marías, siempre en su afán por emular a su maestro.

La condesa de Yebes (título de su marido, ella era hija de los condes de La Viñaza), era guapa e inteligente y deslumbraba a todos. A Ortega, a Pepín Bello o al mismo José Antonio, autor de esos versos del arroz con leche...

Alfaraz dijo...

Estaba pensando que ahora lo que procedería es conocer a sus nietas.


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