lunes, 4 de marzo de 2013

El polvo del olvido



«Misiones Pedagógicas marcó un hito que recogió la llamada Sección Femenina de la Falange para seguir una tarea que estaba marcada de antemano; quiero decir que, evidentemente, Torner, de la Residencia de Estudiantes, Benedito, del Instituto-Escuela, el mismo Federico, ya habían recogido, al lado de otros musicólogos etnólogos, la riqueza de nuestro folklore; la Sección Femenina no hizo sino continuar las directrices marcadas, pero con mayor riqueza de medios. A Alejandro Casona y a sus huestes le son debidas muchas, muchísimas cosas, pero ésas, como la labor de la Barraca, se cubrirán con el polvo del olvido; polvo y polvo que sin cesar cae, que nos atenaza, que nos cubre y del que nadie se librará porque la misión del polvo no es recordarnos nuestro origen -en realidad somos un poco de agua y un poco de limo- sino cubrirnos, como la capa pluvial que cubre al obispo de Valdés Leal».

    
LUIS SÁENZ DE LA CALZADA. La Barraca. Federico García Lorca y su teatro universitario. Ed. Revista de Occidente. Madrid, 1976. Pag. 119.










1 comentario:

enrique dijo...

Lorca es esta foto parece un operario con su mono de trabajo.
Lástima que el blanco y negro no permita distinguir si el mono era color azul mahón...