De golpe y porrazo cambia el tiempo y nos damos cuenta de que el verano se acaba, pero cuando por casualidad me doy de bruces con la foto de arriba este fin de verano se vuelve despedida nostálgica.
Imagen promocional de la edición francesa del calendario Piaggio, resume tres de las cosas con las que identifico el verano, y a pesar de que cuando se tomó la foto yo ni siquiera había nacido, me sorprende la coincidencia...y lo bello de la composición.
Poniéndonos poéticos, recordaremos que si Foxá escribio su Melancolía del desaparecer por una evocación similar, yo a esta le podría dedicar otra que sería Melancolía de no haber aparecido aún.
Como el principio del curso trae consigo los nuevos propósitos, yo ya tengo decidido el primero de los míos; para el próximo verano tendré mi castigada Vespa en perfecto estado de uso y revista. Lo demás vendrá por añadidura.
Imagen: Calendario Piaggio 1968.
3 comentarios:
Lascivo!
A tus años, con edad para tener nietos.
Y, encima, el fatídico '68, francés y todo.
A ver, a ver cómo rematas el verano.
+T.
Como pueda, hijo.
.
"Padre" mejor, ¿no?
Sé cauto; o mejor: Sé prudente, mio figlio.
+T.
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