A su paso por Madrid, se sabe que Napoleón sólo se quedó unos días en la Quinta del Duque del Infantado en Chamartín, hoy colegio de los jesuitas Nuestra Señora del Recuerdo. A pesar de la fugacidad de la estancia, lo he oído nombrar pomposamente como "Palacio Imperial Napoleónico".
De momento, creo que a nadie se le ha ocurrido llamar al parlamentillo de la Comunidad "Palacio de la Comunidad de Madrid" pero no descarto que alguien ya lo haya hecho: lo pretencioso de su arquitectura ayuda.
El caso es que a pesar de tenerlo relativamente cerca de casa, entré ayer por primera vez para ver el cuadro de Antonio López "Madrid desde Vallecas" que se colgó allí hace un par de años.
Desde luego, nada más lejos del artificio y de la pompa que la pintura del manchego y que el manchego mismo. Todo ello a pesar de que leo que en el Wall Street Journal hablan de él como "El mayor artista realista vivo". Ahí es nada.
4 comentarios:
Ese espléndido cuadro que nos traes es tan realista, que creo distinguir que el artista ha representado esa tenue gasa de contaminación entre el horizonte y el cielo. Eso es también Madrid.
Soy estusiasta de Antonio López desde antiguo. Me recuerdo horas en la exposición del Reina Sofía sobre el pintor en un ya lejano 1993.
Sus vistas de Madrid no tienen par, tanto ésta desde vallecas como la realizada desde un edificio en la Avenida de América.
Además de su famosa vista de la Gran Vía; en fin un artista portentoso con la humildad pura del labriego manchego, como pudimos contemplar en la película "Bajo el sol del membrillo" de Víctor Erice.
Así es Joaquín, esa capa de polución es tan madrileña como la Cibeles y el cocido juntos...por lo menos.
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Enrique, recorrí mas de mil km. para ver aquella antológica de López en el Reina.
Y ojo al parche: está preparando unas macro esculturas de cabezas de sus nietas para la estación de Atocha.
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Alfaraz, una nota fuera del asunto...
El "majao" será libro
Agradeceré tu opinión, o la de tus visitantes.
Saludos.
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