Uno a estas alturas no sabe si conoció Sevilla porque se la descubrió Romero Murube o si leyó un dia a Romero Murube buscando algo de la ciudad. Y es que a pesar de que se trata de uno de esos casos en que escritor y ciudad se identifican íntimamente, tampoco creo que eso sea excusa para mantener sine die la etiqueta de localista.
En todo caso, cultivador del huerto propio por encima de grupos, lo que le valió por ejemplo, ser nombrado Alcaide durante la República y mantener ese cargo después de la guerra.
Aunque se retrataba a sí mismo como "indolente y con cara de triste" la realidad lo desmiente, pues es de común dominio el empeño que ponía en la conservación y mantenimiento de este otro jardin que lo fue de reyes. Y en cuanto a lo segundo, la mismísima Anna de Granduille -su traductora al francés, entre otras cosas- le llevaría la contraria.
Hace hoy 39 años que ese banco del Alcazar se quedó vacio, y da la impresión de que sigue vacante. No desde luego el cargo de Alcaide -actualmente léase funcionario de turno- sino el intérprete auténtico de la ciudad de la gracia, que diría José María Izquierdo... y de las desgracias, que remataría Alfonso Grosso.
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3 comentarios:
Adriano del Valle tiene un artículo en el que alude a esos dos grandes amantes de Sevilla a que aludes. Izquierdo y Murube. Lo recupero y te dejo la reseña y algún parrafo.
Un abrazo querido amigo
Acabo de llegar del programa de lo de la bohemia y Sawa y salió a colación el libro de Prada que me recomendastes (no lo pude leer aunque lo saqué de la biblioteca por si acaso) y otro más del mismo autor "Desgarrados y excéntricos." Voy a intentar meterles mano. El programa se emite en Canal Sur 2, el 28 de diciembre a las 19.00 y luego la semana siguiente lo cuelgan en Internet. Ya te dejaré el enlace.
Gracias por tu ayuda.
Lo espero Ignacio, fiel mentor de la memoria adrianea.
Y si es en escáner como tu original redacción...mucho mejor!
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