miércoles, 3 de marzo de 2010

P. P. P.


Como viene siendo sospechosamente frecuente que aparezcan textos inéditos en los años con celebración incluida, no puede extrañarle a nadie que haya ocurrido una vez más en el 35 aniversario de la muerte de Pasolini.
Siendo así, estaba repensando una idea que tengo muy discutida, pero que por primera vez pongo negro sobre blanco. Y es que creo que si en Pasolini no hubiera coincidido una ideología concreta -comunista- y una condición personal -homosexual-, ni su obra hubiera tenido la repercusión que se le depara, ni se hubiera visto arropada por ciertos ámbitos intelectuales. Es más; todo lo que escribió no habría pasado de cierta curiosidad dialectal.
A mayor abundamiento, las dos premisas mentadas fueron vividas con su propia carga de heterodoxia: comunista rebelde e incómodo al partido y homosexual en su versión con balcones a la calle. Todo ello, claro está, amplificado por una muerte trágica.

De su obra sin embargo, las novelas resultan infumables por mucho interés que se ponga y en años de curiosidad intermitente no le he leído un solo verso que merezca ser recordado de memoria. De manera que no sabemos que maravilla nos deparará el nuevo manuscrito encontrado pero ya lo vienen publicitando como si acabaran de descubrir la piedra Rosetta.

De su faceta como director de cine, hay que reconocer -mea culpa- que conseguí interesarme por el visionado de la Trilogia della vita. Claro que eso fue a la tierna edad de 15 o 16 años, por lo que resultaría de todo punto improcedente que nadie me lo echara ahora en cara.





5 comentarios:

Joaquín dijo...

Vaya, Alfaraz, no sé si es un olvido deliberado, pero en mi estimación, y de muchos, a P.P.P. se le debe una gran película del pasado siglo, Il vangelo secondo Mateo. Una de las mejores interpretaciones fílmicas del Evangelio. Yo le daría una segunda oportunidad.

enrique dijo...

Seguramente tengas razón, como muchos otros amplificados por una u otra razón por los "intelectuales" militantes.

Alfaraz dijo...

Es verdad Joaquín, que "Il Vangelo..." me la tienen muy recomendada.
Espero verla próximamente; si me gusta será como preparación a la Semana Santa; si no me gusta la aplicaré como penitencia cuaresmal.


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Terzio dijo...

Por razones que no te cuento porque non posso piu, aquí en directo, no te comento y he dejado de comentarte. Pero hago una excepción, por Passolini.

Passolini no es escritor, obviamente. Pero como cineasta es un climax insuperado-insuperable. En el arte hay una continuidad conceptual de formas (y por eso el "arte" que a tí te gusta (ese Gordillo de más arriba por ejemplo) no es arte) que expresan lo mismo (sentimientos-belleza-naturaleza-hombre), y Passolini filma Trecento y Quattrocento con la virtualidad de un maestro, en pleno siglo XX. Su capacidad para conmover con imagen-sonido es única.

Particularmente Il Vangelo secondo Matteo, de espiritualidad casi milagrosa, merecería estar en los Uffizi, en perenne exposición.

Lo del comunismo y el mariconeo son anécdotas configurativas del personaje, pero sin valor más allá de propio sujeto, inteligibles sólo en su personal universo, nunca fuera.

p.s. No admito discrepancias, of course.

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Alfaraz dijo...

Muy bien caro Terzio, padre espiritual (a la vez que hijo pródigo) de esta bitácora.

Pero yo esperaba que alguien me ponderara, que se yo, lo entretenido de la prosa de Petrolio o un poema suyo cualquiera. Mientras no sea así, seguiré pensando que esas anécdotas han devenido en lo esencial

El cine -por principio- me interesa bastante menos, aunque procuraré ver entero aquello de Saló... e intentaré apreciar esos matices que comentas.


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