jueves, 14 de abril de 2011

La República de todos


Para los que piensan que Carlos Sáenz de Tejada se dedicó en exclusiva a dibujar carlistas y ejércitos nacionales victoriosos, dejaremos aquí este dibujo a plumilla (20x25 cm.) realizado durante su época de colaboración con el diario La Libertad, 1919-1935.

Ésta versión definitiva conocida como ¡Gloria a la República! tuvo un boceto previo de resonancias ansonianas al que el artista llamó La República de todos, y hay que destacar que en lo iconográfico poco difieren ambas versiones de las imágenes con las que Sáenz de Tejada iba a empezar a hacerse popular un par de años después; como ejemplo, sirva esta victoria alada. Aquí, la República es representada no como matrona protectora sino más bien como estilizada señorita mitad maniquí de revista ilustrada, mitad Victoria de Samotracia y es llevada en procesión solemne mientras parece que le van presentando niños para que los bendiga.

De Carlos Sáenz de Tejada, profesional de la pintura, no cabe preguntarse si nos estaba engañando ahora o si lo haría después en la posguerra, pues hay que imaginar que vivía de su trabajo como tantos otros. Pero si nos metemos en el proceloso mundo de la ideología política, el profesor Bernardo Sánchez Salas nos advierte que el propio artista se autorretrata muy significativamente como costalero de la República en ese estudiante con gafas que aparece en el primer término y nos mira al bies, cosa que raramente ocurre en su periodo de posguerra. Ahora cada uno puede sacar sus propias conclusiones.







5 comentarios:

enrique dijo...

Conclusión, que era un magnífico artista.
Aquí se le ve muy ilusionado con la República; luego, como tantísimos, cambió la ilusión por las boinas rojas...

José Enrique Viola Nevado dijo...

Uno vota por convertir a Don Carlos en protagonista de ese tema del traidor y del héroe que sale en taitantas novelas y filmes sobre nuestra guerra civil.

Por lo demás la ilustración deja bastante que desear. A un paso del Viernes de Dolores a esa alegoría parece una Dolorosa. Y ya metidos en harina habría que preguntarse por qué la iconografía republicana reproduce los elementos del culto a la Madre Cibeles, tildado de bárbaro por los antiguos.

Un último apunte, no sé de donde sale la atribución de carlista de Saénz de Tejada. No falta quién le haga alavés.

Alfaraz dijo...

A un servidor le han descubierto uds. una metáfora: aquella ilusión por la República no pasó de ser un boceto.

El culto a la Madre Cibeles (aquí la República) pretendía rellenar la hornacina que se había quedado vacía: las imágenes que había antes ya habían pasado a ser pavesas.



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Joaquín dijo...

errata en el título del post...

Alfaraz dijo...

Ah! Joaquín... ciertamente Ansón jamás citó a la repúbica. Ni a la República, por cierto.


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