Al cabo de año de su estreno en la Residencia de Estudiantes un amigo me avisa de que ayer pasaron por la televisión pública el recomendable documental de Javier Rioyo sobre D. José Bello Lasierra titulado Preferiríría no hacerlo, y veo que ya está disponible en línea gracias al invento de la televisión a la carta. En la revisión, me temo que la comparación con el Bartleby holgazán y quasi mostrenco me sigue pareciendo algo cogida por los pelos, aunque se pondera igualmente la especie más conocida y veraz del Pepín aglutinante de singulares.
El contorno de la figura lo van delimitando los testimonios de quienes lo trataron desde su infancia oscense a sus últimos años, reconocido ya como memoria de un siglo. El fondo, puede ponerlo Claude Lorraine en uno de aquellos atardeceres que inspiraron a Federico los versos del Jueves Santo madrIleño que pasó con Pepín. De los siete paisajes del francés que conocerían juntos en el Prado, viene aquí el Moisés salvado de las aguas de 1639. La web del museo nos dice que la escena del salvamento es solo una excusa para desplegar el paisaje. El pastorcillo del primer plano, ése si que podría considerarse una prefiguración de Bartleby.
2 comentarios:
Eché en falta en el documental el testimonio de J.A. Martín Otín, autor de "La desesperación el Té", que retrata a un José Bello en su plenitud centenaria...
Cierto Enrique, aunque en los créditos se le cita en el capítulo Agradecimientos. En cualquier caso su memoria de Pepín es imprescindible para el que quiera acercarse al personaje.
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