miércoles, 21 de septiembre de 2011

Toros en la Monumental


Ya se sabe que si todos los que dicen haber asistido al concierto de los Beatles del año 1965 en las Ventas hubieran estado verdaderamente, la masa humana hubiera llegado a Manuel Becerra, y eso a pesar de que las imágenes que cada tiempo nos pasan de aquel acontecimiento demuestran que presentaba un aspecto más bien desangelado. Misterio sin resolver.

Incomprensiblemente, lo único que parece llenar a rebosar las plazas de toros son las corridas como la que se celebrará el domingo próximo en la Monumental de Barcelona, y que parece va a ser la última, pues nuestro buen legislador, custodio de nuestros derechos, se permite prohibirnos el ver según que cosas. Queda claro que el parlamentillo catalán no entiende -o no reconoce como tal- el arte efímero en el que destacara Curro Cúchares y de ahí a la prohibición no ha habido más que un paso. Siguiendo esa misma lógica, si no entendieran, pongamos por caso, el arte abstracto o las instalaciones conceptuales, deberían haber clausurado la mayoría de las galerías de arte contemporáneo barcelonesas. Todo eso sin entrar en argumentos como la cantidad de puestos de trabajo en liza.
Dentro de lo malo, a la plaza Monumental de Barcelona se le puede augurar un futuro dentro del sector terciario como centro comercial, circo estable o bloque de oficinas, pero en ningún caso deben atenderse las propuestas que pretenden rebajar el coso al sector primario y dedicarlo al cultivo de alfalfa para consumo de sus señorías.

Pasado el tiempo, ese cartel pintado para la ocasión por Miquel Barceló (y que no ha sido prohibido) llegará a cotizarse tanto como las entradas aquellas del concierto de los Beatles.








6 comentarios:

Reinhard dijo...

Bien es cierto que el cierre de la Monumental obedece a una decisión política trufada de nacionalismo, pero no se puede negar la evidencia de algunos hechos: la afición catalana, y desde hace muchos años, ha dado la espalda a la fiesta.

He asistido a un montón de corridas con carteles francamente buenos y toros que al final no salían malos precisamente y la plaza no tenía ni media entrada, contando a turistas japoneses y aficionados venidos ex profeso desde Francia. Entre todos la mataron y ella sola se murió.

Olga Bernad dijo...

Lo cierto es que el cartel es magnífico.
Ese toro y el túnel y la luz.
Bss.

Alfaraz dijo...

Siendo cierto, amigo Reinhard, no mezclaría la prohibición con la falta de público de un negocio privado, harina de otro costal. Mantengo la teoría de que hay galerías de arte que no las visitan ni sus propietarios que ahí siguen.



Hasta pronto, Olga.




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Buenos dias con Poesía dijo...

Tengo una lito taurina de Barceló que se parece a este cartel. Espero que se haya revalorizado y pueda dejar el formato obra gráfica.

Reinhard dijo...

Amigo Alfaraz, le dejo este enlace:

Toros en Barcelona

Alfaraz dijo...

¡Ah, los Salmonetes! una de mis bitácoras de referencia...



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