Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman
y en la yema de tus dedos
rumor de rosa encerrada.
*
En ese juego lorquiano de dedicatorias que hay en el Romancero Gitano parece formar parte del divertimento que la persona inspiradora del poema se queda sin la dedicatoria. Así, éste de Thamar y Amnón va para Alfonso García-Valdecasas y aquel mucho más dramático de Muerto de Amor, lo dedica a Margarita Manso.
A la postre se demostraría la clarividencia de Federico, pues la vida de Margarita devino pronto en tragedia por el asesinato su marido, quedando viuda a los 27 años. No parece ser eso lo que se recuerda ahora de la Manso, pues la primera parte de su juventud fue convenientemente novelada, a pachas, entre Dalí y un irlandés con flequillo. Poco se puede hacer ante dos genios del marketing.
4 comentarios:
Mujeres hermosas y magnéticas las de aquellos años; esta que nos traes o Carmen Muñoz Rocatallada, que cautivó a Ortega y a José Antonio...
Al que me consiga una foto interesante y con buena resolución de Carmen Yebes, lo hago secretario de su club de fans, que tengo en honor de presidir.
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Vengo asustado porque creia que ya me ibais a encarcelar a mi Rosa.
Por aquí tuvimos a Carmen Werner y un albergue estupendo que un Alcalde de Mijas se encargó de que desapareciera y que hace unos días terminaron de derribar.
Por cierto el cuadro que comentabas del despacho era de Brinkmann y el otro de Arroyo como bien decías. Son grabados interesantes. El de Arroyo es uno que hizo con entradas de Arco cuando fue comisario creo que en el 93. Una pasada.
Deberiais contar más cosas de "vuestras" mujeres, me gusta cuando habláis de ellas con esa especie de amor. Me gusta mucho.
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