Otro aquí no se ve, frente a frente,
animoso escuadrón moverse guerra,
sangriento humor teñir la verde tierra
y tras honroso fin correr la gente.
Este es el dulce son que acá se siente:
¡España, Santiago, cierra, cierra!
y por suave olor, que el aire atierra,
humo de azufre da con llama ardiente.
El gusto envuelto va tras corrompida
agua, y el tacto sólo apalpa y halla
duro trofeo de acero ensangrentado,
hueso en astilla, en él carne molida,
despedazado arnés, rasgada malla:
¡oh sólo de hombres digno y noble estado!
Francisco de Aldana (Alcántara 1539- Alcazalquivir 1578).
4 comentarios:
En aquella jornada de Alcazarquivir pereció buena parte de la élite lusa y este guerrero y poeta tan del gusto del renacimiento hispano, que tan bien nos recuerdas.
Qué tiempo de poetas y soldados!!
Casi parece escrito por el Jünger de ‘In Stahlgewittern’.
De Aldana a Jünger, la síntesis hispana de la literatura bélica podría ser la que pronunció el que cayó en Labajos ¡qué bella es la guerra!
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Ya no recordaba lo políticamente incorrecto que resulta Aldana: guerra, Santiago, España, sólo de hombres... Recuerdo tu otra entrada que me llevó a Alcazarquivir. Pero es una hermosa tesela de nuestro patrimonio el que has colocado ahí, en medio de la espada.
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