miércoles, 7 de septiembre de 2011

El último de los abbadíes



Jazmín que yo cortaría
del verde Alcázar de mayo.
Yo, que repiqué a caballo
las ferias de Andalucía.

Patio de la Montería
donde el casco es más sonoro...

Que, por romano y por moro,
harto de mi poderío,
me voy a tirar al río
desde la Torre del Oro.


AQUILINO DUQUE. De Reloj de Arena. Antología Poética 1950-2009. Ed. La Isla de Siltolá, Sevilla 2011.


A sabiendas de que corremos el riesgo de que nos tachen de promover cierta maurofilia, aquí quedará hoy un recuerdo al primer poeta desterrado de Sevilla lo que se dice un precursortres años después de aquel otro grabado en mármol. Con esta décima, dejaremos que sean los poetas los que completen el mito antes que los biógrafos, que tampoco se han quedado cortos. Aunque la imagen que uno mantiene del rey-poeta siempre estará más cerca de García Gómez que de Blas Infante.
En la lectura de la antología ya nos quedamos con la impresión de haber leído antes esos versos, y tirando del hilo, resulta que los recordó hace unos años el periodista Antonio Burgos. Aunque habría que anotar que en la versión burgalesa (puede que más fiel al original) Al Mutamid recorría las ferias que en ésta última versión repica, probable 5ª acepción del DRAE. Detalle que no pasará desapercibido a los que viven al acecho de la palabra exacta.

Las dos fotografías, ésta del patio y aquella de la columna provienen del álbum del profesor González-Alba que en lo que a Sevilla respecta despliega un catálogo inagotable de detalles invisibles.







4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin ánimo de polemizar opino como Olagüe, buen amigo de Ramiro: Les Arabes n'ont jamais envahi l'Espagne
A.A.

Alfaraz dijo...

En verdad, en verdad te digo que en lo que a mi respecta, Al-Mutamid tiene más de poeta y de feriante que de belicoso conqueror, así participara en algunas batallas.

Y Olagüe, que gran personaje.




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Anónimo dijo...

Muchas veces un comentario de medio pelo, como el mío, afea un artículo, un poema o un cuadro. Vayan pues mis disculpas por el atentado contra la estética.
A.A

Alfaraz dijo...

¿Afear? en nada, aunque solo sea por la cita en francés, idioma de la diplomacia. De momento tu comentario me ha servido para volver a Olagüe, al que hace tanto tiempo que no trataba.



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