En la piedra destella aun la tarde
y al cruzar el umbral de la puerta
siente un niño en su frente inexperta
resplandores de plata que arde.
Por siempre la verdad se guarde
dentro de aquella urna abierta,
al infiel sometió a la Fe cierta
siendo Rey, Caballero de alarde.
Esa fe que sujeta el orbe firme
hoy mantiene Sevilla a su recaudo
y ni el ánimo logra dividirme.
Aquel niño que tu armiño vio raudo
hoy espera que todo se confirme.
A Fernando -vencedor- es este laudo.
y al cruzar el umbral de la puerta
siente un niño en su frente inexperta
resplandores de plata que arde.
Por siempre la verdad se guarde
dentro de aquella urna abierta,
al infiel sometió a la Fe cierta
siendo Rey, Caballero de alarde.
Esa fe que sujeta el orbe firme
hoy mantiene Sevilla a su recaudo
y ni el ánimo logra dividirme.
Aquel niño que tu armiño vio raudo
hoy espera que todo se confirme.
A Fernando -vencedor- es este laudo.
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