He esperado a hoy para colgar esta petición de lectora, que no deja de ser una curiosidad. Se trata del retrato casi a tamaño natural que pintara Santiago del Campo para la capilla de la Maestranza de Caballería de Sevilla en 1988 y que por época y temática resulta un acierto pues afortunadamente no se trata ni de los bodegones-sobre-paño del mismo autor, ni de los retratos a lo divino de un Alfonso Grosso. Se ve que la corporación ya iba estando muy bien aconsejada a pesar de que para entonces Juan Maestre todavía no se había hecho con las riendas de la cosa artística.Y al hilo de la búsqueda dos recuerdos. Del estudio del pintor en aquel primer piso de la calle Betis, las sentadas en el poyete del rio para verlo pintar con el caballete de cara al balcón. De don Macerlo, pater obedientia, un solideo entre cristales.
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