Lo que viene a continuación es para que nadie diga que no empezamos el año con buena letra.Resulta que como el jamón serrano o el toro que diseñara Manolo Prieto, la tipografía Ibarra Real es tan genuinamente española que resulta ya marca de la casa.
Se la inventa en 1772 Francisco Javier de Santiago a base a preceptos geométricos y matemáticos, pero toma su nombre del impresor zaragozano Joaquín Ibarra que la usa cuando la Real Academia de la Lengua le encarga la versión del Quijote de 1780: Arte Subtilissima, una letra perfecta de inspiración romántica.
Ya han prometido en Microsoft que la van a incluir en la próxima actualización de Windows, a lo que ha ayudado el Proyecto Ibarra Real y que ayer nos presentaron en la exposición que le dedica la Calcografía Nacional, ese gabinete de curiosidades con salas a media luz que resulta una especie de anexo a la Academia de San Fernando. Hasta el 24 de enero en Alcalá 13.
4 comentarios:
Amigo Alfaraz, feliz 2010. Disculpa que te precise algo lo escrito. La letrería usada en la Imprenta Real surge de la colaboración del calígrafo F.-J. Santiago Palomares y el grabador en hueco Jerónimo Antonio Gil, que fue quien la ejecutó. Yo no la calificaría de romántica, creo que es más bien neoclásica, es decir inspirada por los vestigios de la antigüedad clásica a los que se suman las tradiciones caligráficas españolas. Saludos.
Sí que has empezado con buena letra. A la Ibarra le tengo yo un cariño especial, jeje, pero, al margen de cuestiones sentimentales, ya sabes que vengo aquí a aprender de entrada y comentarios... voy a seguir por mi cuenta con esto de la tipografía, sí. Tengo un amigo que sabe mucho de esto, y creo que va a ser uno de mis temas este año que empieza.
Despacito y buena letra, Alfaraz, y que tengas un año muy, muy feliz;-)
Mr. Quaker, precisiones aceptadas por unanimidad. Venturoso y bibliófilo 2010.
Ya solo nos queda ver la Ibarra Real en el primer E-book que se tercie. Reconozco que me cuesta imaginarnos en esa tesitura.
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Cara Olga, me acorde de tí, y del buen gusto que tuvo tu editor, desde luego.
Muchos versos y besos.
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