Recuerdo que ya en el catálogo que se publicó con motivo del centenario del pintor e ilustrador Carlos Sáenz de Tejada (1897-1958) se ponía el foco en su intensa (y breve) obra pictórica que va desde los inicios ultraizantes —¡quién no era ultraísta en aquellos años veinte!— a un cierto realismo mágico que es del que se mantiene algún ejemplo en la colección permanente del Museo Nacional Reina Sofía. En reseñas posteriores, hemos visto comentar su larga labor como ilustrador internacional, pues su trabajo está repartido por varias docenas de revistas de todo el mundo.
Pero ahora por fin nos llega una muestra de la labor por la que puede ser más reconocido a nivel popular pues sus dibujos de la guerra civil, con ese estilo suyo barroco y facilmente identificable han sido ampliamente difundidos durante las dos últimas generaciones.
Este medio centenar de dibujos que se nos presenta lleva sin ver la luz casi 70 años, que fue cuando se dibujaron para ilustrar aquella obra monumental que fue la "Historia de la Cruzada Española" y ahora los conocemos gracias a la iniciativa privada, comercial y didáctica, de la galería madrileña José de la Mano; comercial porque están a la venta, lo cual no le quita una pizca de mérito al interés que se ha puesto en la muestra ni al magnífico catálogo que se ha editado con recomendables textos de Juan Manuel Bonet y Fernando Castillo Cáceres.
Aunque la exposición se dedica por igual a Sáenz de Tejada y al más esquivo pintor sevillano Joaquín Valverde, a este volveremos el mes próximo. Ambos, hasta el 2 de julio en Claudio Coello 6.
Los tres ejemplos que traemos aquí son dibujos a lápiz y aguada sobre papel, de arriba abajo: Saqueo y destrucción de las bibliotecas de los conventos; La iglesia de las Calatravas convertida en "dancing" y Saqueo de la ermita de San Antonio de La Florida.
2 comentarios:
Como siempre, tomando nota de tus insuperables aportaciones culturales.
Fue una época aquella de admirables pintores y dibujantes. Lástima que lo que tuvieron que retratar fueran atroces guerras. Porque en Alemania también hubo admirables pintores de escenas bélicas y guerreros.
Sáenz de Tejada es uno de los apellidos que pueden presumir de mayor hidalgía. Desciende de Don Sancho de Tejada, que participó en la batalla de Clavijo junto a sus trece hijos, en el año 844 de nuestra era.
En recuerdo que aquella hazaña se instauró el Ilustre Solar de Tejada, una de las corporaciones nobiliarias de mayor abolengo, cuyo lema, tomado del Eclesiastés es "Laudeamus Viros Gloriosos et Parentes Nostros in Generatione Sua".
El segundo apellidos de los Marichalar -ex parientes reales- es precisamente Sáenz de Tejada, pero ignoro si tienen algo que ver con el ilustre dibujante.
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