«...He aquí por de pronto a España en pie (...) ¿Hace falta una manifestación significativa? Ahí está, en ruinas, pero eterno el Alcazar toledano. ¿Cómo no mencionar en esta fiesta de 1936 el acontecimiento más reciente que mejor patentiza la inextinguible fortaleza de una raza inextinguible? (...) Con los defensores y ganadores de Toledo se sienten unidos en la más honda, grave, más decisiva unanimidad todos los defensores y ganadores de la España que no quiere perecer. La fiesta de la Raza se resume con un solo viva: señores ¡viva España! »
JORGE GUILLÉN. De su discurso el 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla.
Habrá quien nos diga que este discurso fue pronunciado poco menos que con un mosquetón apuntando al pecho del orador, y no le llevaremos la contraria. Sin embargo, uno está por quitarle hierro a unas palabras que en absoluto comprometen a quien las pronuncia ya que la comparación de los defensores del Alcazar con una Raza que se resiste a la extinción nos parece ajustada a la realidad y hasta comedida. Por otra parte, la importancia de aquella gesta no aumenta una micra por mucha que sea la calidad y la cantidad de los panegiristas.
Cierto es también que en un ejercicio de elemental mesura hemos detenido el discurso justo en el momento en que Jorge Guillén sacaba el incensario para sahumar a Queipo.
3 comentarios:
Esta es una de las fotos con mayor potencia de aquellos años.
Respecto a Guillén,no todos los que luego fueron antifranquistas lo fueron siempre y viceversa...
Algunos fueron muy viceversos. Según los vientos.
Las hemerotecas y los viceversos nunca se llevaron bien.
La fotografía, que olvidé reseñar, es del gran Alfonso Sánchez de 1949.
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