martes, 19 de enero de 2010

Omnia possum in Eo

He esperado a hoy para colgar esta petición de lectora, que no deja de ser una curiosidad. Se trata del retrato casi a tamaño natural que pintara Santiago del Campo para la capilla de la Maestranza de Caballería de Sevilla en 1988 y que por época y temática resulta un acierto pues afortunadamente no se trata ni de los bodegones-sobre-paño del mismo autor, ni de los retratos a lo divino de un Alfonso Grosso. Se ve que la corporación ya iba estando muy bien aconsejada a pesar de que para entonces Juan Maestre todavía no se había hecho con las riendas de la cosa artística.

Y al hilo de la búsqueda dos recuerdos. Del estudio del pintor en aquel primer piso de la calle Betis, las sentadas en el poyete del rio para verlo pintar con el caballete de cara al balcón. De don Macerlo, pater obedientia, un solideo entre cristales.



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6 comentarios:

enrique dijo...

Magnífica pintura, sin duda.

Morgenrot dijo...

Los ojos transmiten una paz que se anhela.
Estuve en la Maestraza hace muchísimo tiempo, tanto que era demasiado joven como para fijarme en estos tesoros.

Buenos dias con Poesía dijo...

¿Esa capilla es donde está la hermandad del Baratillo?

Alfaraz dijo...

Negativo. Está una de las dos capillas que hay dentro de la plaza, no la de los toreros , sino la de los maestrantes.


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Viñamarina dijo...

Yo le encuentro más parecido con Segura que con Spínola.

Alfaraz dijo...

Ambos comparten una carga de hombros muy cardenalicia, pero los ojos de Don Marcelo son inconfundibles.


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